Mohamed Harrak, el joven de Son Gotleu que fue juzgado y absuelto por su presunta relación con una organización terrorista yihadista, ya ha abandonado el centro penitenciario, donde estaba recluido desde hacía más de un año. Aunque fue absuelto del delito de integración en grupo terrorista, el tribunal le impuso tres años de prisión por tráfico de drogas, ya que en el momento de su detención la Policía le encontró 18 gramos de cocaína, preparados para su venta, en su domicilio.

El joven abandonó el pasado lunes el centro penitenciario y se espera su llegada a Mallorca en las próximas horas.

Mohamed negó desde el momento de su detención que perteneciera a un grupo yihadista, sino que señaló que era un infiltrado del CNI que se dedicaba a facilitar información de futuros terroristas. Su persona de contacto era un agente llamado Ángel, al que le facilitó información, pese a que el Centro Nacional de Inteligencia no se tenía constancia de la colaboración que mantenía con ellos el joven de Son Gotleu, a quien el fiscal solicitó una condena de diez años de cárcel. La acusación afirmó que Mohamed se dedicaba a adoctrinar, reclutar y entrenar a personas dispuestas a sumarse a la lucha armada en Siria e Irak. Para ello utilizaba varios perfiles falsos en la red social. El tribunal rechazó esta acusación y confirmó que el joven había facilitado información a su contacto.