La primera reunión de la nueva dirección de Podemos tras las primarias que dieron la victoria a Mae de la Concha sirvió ayer para constatar la profunda división en el partido. Aunque en las primarias De la Concha se impuso a la portavoz parlamentaria, Laura Camargo, por pocos votos de diferencia, la victoria de su candidatura le garantizaba una mayoría en el nuevo Consejo Ciudadano Autonómico, cuyas primeras decisiones adoptadas ayer implican el arrinconamiento de los partidarios de Camargo.

La primera batalla en la reunión de ayer, el reparto de las secretarías que conforman el nuevo Consejo de Coordinación (el equivalente a la ejecutiva del partido), se saldó sin acuerdo después de varias horas de negociación. En un primer momento, se ofreció a los partidarios de Camargo una de las 13 secretarías, a las que posteriormente se añadieron dos más, una de ellas, la de Educación, creada ayer mismo para proponérsela a Camargo, lo que fue interpretado por sus partidarios como una especie de premio de consolación. Ésta lo rechazó, por lo que no estará en la nueva ejecutiva del partido que fue aprobada por 22 votos a favor, 12 en contra (los partidarios de la todavía portavoz parlamentaria) y una abstención.

Para argumentar la petición de un mayor número de secretarías, Camargo intentó hacer valer, sin éxito, el que la suma de votos obtenida en las primarias por ella (41,6%) y por Cristina Gómez (7,73%), quien también forma parte del Consejo Ciudadano, superaba al 47,56 por ciento de los votos que dieron a De la Concha el triunfo, por lo que la composición de la nueva ejecutiva no representa los votos obtenidos por cada candidatura. Al final la nueva dirección de Podemos sólo tendrá dos miembros de la candidatura de Camargo, la diputada Marta Maicas y Helena Herrera.

El segundo enfrentamiento se produjo con el intento de los ganadores de las primarias de que Camargo dejara ya de ocupar la portavocía del grupo parlamentario. Los partidarios de la hasta ahora número dos del partido recordaron que sus reglamentos establecen que antes de tomar esta decisión debe escucharse al propio grupo parlamentario, en su totalidad partidario de Camargo salvo el exsecretario general, Alberto Jarabo. Una vez los diputados hagan su propuesta, la ejecutiva la escuchará, aunque no tiene por qué aceptarla, y planteará al Consejo Autonómico que vote, lo que hace prever un nuevo enfrentamiento.

La propuesta que había ayer sobre la mesa era que Camargo pasara a ocupar la portavocía adjunta y que Jarabo (hasta ahora presidente del grupo y portavoz adjunto) ocupara este cargo. Aunque ya no forma parte del Consejo Ciudadano, Jarabo acudió ayer a la reunión en calidad de presidente del grupo parlamentario, con voz pero sin voto. Será él, y no Camargo, el que ejerza como portavoz en el debate sobre el estado de la Comunidad que se celebrará esta semana en el Parlament, según se acordó ayer en la reunión.

Camargo dejó claro que no aceptará la portavocía adjunta si, a pesar del parecer de los diputados, es lo que propone la nueva dirección de Podemos. "Mantengo la mano tendida, pero seré diputada rasa sin problema porque es para lo que me eligieron los ciudadanos", dijo al acabar la reunión. Asistentes al encuentro explicaron que sus argumentos para rechazar este cargo es que ella fue la más votada para el nuevo Consejo Ciudadano (incluso por encima de De la Concha), mientras que Jarabo ni siquiera se presentó a las primarias.