Bartolomé Cursach quiere abandonar cuanto antes la cárcel y por eso su abogado ha vuelto a presentar un escrito ante el juez Penalva, solicitando la libertad de su cliente, aunque sea bajo fianza. El empresario ha reaccionado al conocer que su ejecutivo, Tolo Sbert, que ingresó en prisión el mismo día que él, saldrá de la cárcel si abona una fianza de medio millón de euros, que hasta ahora no ha pagado. En definitiva, Cursach pretende recibir el mismo trato que Sbert.

El poderoso empresario lleva entre rejas desde el pasado mes de marzo. Fue privado de libertad desde el mismo día de su detención, que fue el resultado de una larga y compleja investigación realizada por el grupo de Blanqueo de la Policía. La situación penitenciaria de Cursach en estos momentos es algo peor que la de su empleado, puesto que a él lo trasladaron a un centro penitenciario de Alicantecentro penitenciario de Alicante, alegando razones de seguridad. Mientras estuvo en la cárcel de Palma el empresario permaneció en el mismo módulo que Sbert y recibía constantes visitas, tanto de abogados como de familiares. Sin embargo, su traslado a una prisión de la Comunidad Valenciana ha supuesto que estos encuentros se hayan reducido, dadas las dificultades que tienen los familiares en visitarle.

Es la segunda vez que su abogado reclama al juez que deje en libertad a Cursach, aunque sea bajo fianza, ya que la primera vez que lo hizo su petición fue rechazada. Pero es la primera vez que lo hace desde que el juez levantó el secreto de sumario, lo que permite a la defensa conocer con todo detalle el contenido de las pruebas y los testimonios que implican al empresario en graves delitos relacionados con la corrupción. Precisamente, en la primera propuesta de libertad el juez denegó esta medida, recordando los graves delitos que se imputaban inicialmente al investigado, sin olvidarse tampoco de los episodios de violencia que habían sufrido algunos testigos y los intentos de compra de algunas personas que habían estado colaborando en la investigación. El juez Penalva fue después respaldado por la Audiencia, que analizó el recurso de la defensa, llegando a la conclusión de que la prisión preventiva no respondía a un capricho del instructor, sino a la gravedad de los delitos que se estaban persiguiendo en esta compleja investigación.

El fiscal opinará

El juez no va a responder a esta segunda propuesta de libertad, al menos, hasta que la fiscalía se pronuncie sobre ello. Y parece que Anticorrupción no va a apoyar el escrito del abogado defensor, porque desde el primer momento ha situado al empresario en la parte más alta de esta trama corrupta.

Mientras los responsables de la instrucción del caso Cursach valoran las razones que plantea su abogado para conseguir su libertad, el otro investigado, Tolo Sbert, suma un día más privado de libertad. El miércoles el juez, a petición del fiscal Subirán, acordó su libertad, aunque con condiciones. Le impuso una fianza económica de medio millón de euros, una cifra acorde con la capacidad económica del ejecutivo del Grupo Cursach. Sin embargo, Sbert tiene más problemas de lo esperado para reunir esta cifra. Su abogado ya ha comunicado que no tiene tanto dinero y que ningún banco parece dispuesto a ayudarle. Por ello, ni el jueves pagó la fianza, ni tampoco lo hizo ayer. No parece que durante el fin de semana pueda resolver estos problemas económicos que, de momento, le impiden salir de prisión.