El curso pasado los más de 400 colegios e institutos de las islas reportaron y actuaron ante 127 casos de acoso escolar, lo que supone un 10% menos respecto al periodo escolar anterior. La conselleria de Educación atribuye esta bajada al notable incremento de los cursos y planes de prevención y formación que se están llevando a cabo en los centros educativos, donde el personal está cada vez más concienciados.

El periodo 2016-2017 fue el segundo en que se aplicó el protocolo de prevención y actuación ante el acoso diseñado por el Institut per a la Convivència i l'Èxit Escolar (Convivèxit), una guía de actuación que los centros pusieron en marcha hasta en 420 ocasiones el curso pasado. Sin embargo, solo en el 30% de los casos (esos 127 mencionados antes) se concluyó que realmente se trataba de acoso escolar y cumplía las características que definen esta problemática (reiteración en el tiempo; abuso de poder; victimización...). La mayoría de les veces se concluyó que lo sucedido no era bullying, sino un hecho puntual (una agresión aislada; un intercambio de insultos...) que requería otro tipo de actuación. El curso 2015-2016, el de estreno del protocolo, éste fue activado 296 veces.

El director general de Innovación y Comunidad Educativa, Jaume Ribas, ha valorado hoy, en la presentación de la memoria de Convivèxit, que el hecho de que haya aumentado la puesta en marcha del protocolo un 41% significa que los centros educativos ya lo conocen y lo ven "como una herramienta útil". Ha concluido pues que "las actividades de prevención dan un resultado positivo". El conseller March ha recordado que "la buena convivencia en los centros es imprescindible para lograr buenos resultados". Marta Escoda, directora de Convivèxit, ha destacado que los dos primeros años de funcionamiento el Institut se ha centrado en "sembrar buenas prácticas" en los colegios e institutos para que ellos mismos sepan cómo actuar y reaccionar ante problemas como el acoso escolar u otros, como problemas de conductas del alumnado; disconformidad con la acción educativa del personal del centro; o la detección de niños que podrían estar siendo maltratados o encontrarse en situación de desamparo.

En estos casos, los docentes deben activar el protocolo unificado de maltrato infantil (RUMI). Para familiarizar a los profesores con este procedimiento, Educación dicta cada una instrucción que, según han contrastado con la conselleria de Servicios Sociales, ha tenido su efecto ya que de todas las notificaciones de posible maltrato recibidas desde distintos ámbitos, las activadas por profesionales de la educación se han duplicado de un año al otro. Para March es lógico dado que los niños "pasan muchos años de su vida y mucho tiempo de su día en la escuela", que por ello se convierte en "uno de los espacios más importantes para detectar problemas".

Los centros acuden cada vez más al Convivèxit para pedir asesoramiento. Las demandas han pasado de 261 a 301 y el 61% procedían de colegios e institutos (el resto sobre todo proceden de las familias). Además se han diversificado el tipo de dudas. Si antes el acoso escolar copaba más de la mitad de las peticiones, ahora las dudas sobre esta cuestión han descendido (98), dejando más peso a solicitudes de información de técnicas preventivas (64) o ante conflictos de relación interpersonal (31), entre otros.