"Faltan habitaciones individuales en las que poder pasar los últimos días, faltan recursos sociosanitarios distribuidos equitativamente por el territorio para atender a los pacientes en la fase del final de la vida cerca de sus familias y faltan profesionales formados para derivar y atender a los pacientes y a sus familias como corresponde", denuncia Joana Maria Julià, enfermera del equipo de soporte hospitalario de Atención Paliativa del comarcal de Manacor.

Por su parte, Pedro Milla, enfermero asistencial de la unidad de Cuidados Paliativos del hospital Joan March, incide en la problemática de la falta de habitaciones individuales en los hospitales, ya que la mayor parte de las personas que fallecen lo hacen en habitaciones dobles.

"¿Cómo se puede abordar así la muerte? ¿Cuál es la privacidad que damos a los pacientes y sus familiares?", se pregunta. Desvela además que, según una pequeña encuesta realizada en Balears, una gran mayoría de las personas que fallecen en hospitales no recibe información sobre la posibilidad de hacer una Declaración de Voluntades Anticipadas ni a una Planificación Anticipada de Decisiones con el equipo multidisciplinar que le acompaña.

Estos dos profesionales sanitarios especializados en la asistencia al final de la vida junto a Susana Jordà, enfermera de la unidad de Paliativos Pediátricos de Son Espases y presidenta de la asociación Ángeles sin alas, alabaron la evolución de los cuidados paliativos en Balears en los últimos años durante un debate sobre este asunto celebrado recientemente en el Col·legi Oficial d'Infermeria de les Illes Balears (COIBA). Un debate en el que estos especialistas concluyeron que, pese a la mejora, queda mucho camino por recorrer.

Uno de los principales retos es la falta de formación de los profesionales sanitarios en general, que a menudo no recurren a los cuidados paliativos hasta los últimos días de vida del paciente, cuando éste debería haber podido acceder a ellos mucho antes.

También en el ámbito de los cuidados paliativos pediátricos faltan recursos, aunque Susana Jordà reconoce que, al menos, Balears cuenta con una de las únicas cuatro unidades de paliativos pediátricos que hay en España.

Los niños también mueren

"Los niños también mueren y tienen necesidades especiales. Aunque a veces cueste, los niños tienen derecho a saber la verdad, derecho a estar acompañados en todo momento, a jugar...", explica la enfermera.

A pesar de que el equipo ha crecido en los últimos años, todavía no puede ofrecer el servicio de cuidados paliativos pediátricos 24 horas al día, 7 días a la semana. "La coordinación con todo el resto de profesionales es imprescindible", concluye.