Francina Armengol fue ayer a Madrid siguiendo el protocolo del Día de la Fiesta Nacional y de paso desmontar el sambenito de catalanista radical que le cuelga el líder del PP, Biel Company, quien en el despertar de su letargo ha pasado de reivindicar lo nostro a incentivar la colgada de banderas de España en los balcones mallorquines.

Además de contemplar el desfile militar y cumplir con el besamanos a los reyes Felipe VI y Letizia, la presidenta del Govern aprovechó su viaje a Madrid para arrancar al Gobierno de Rajoy dos compromisos con suma incidencia en el interés general, claro está, siempre en caso de materializarse y no quedarse en palabras: la reforma del viejo Son Dureta y la aprobación del Régimen Especial económico y fiscal.

Mientras esperaba el inicio del acto en el paseo de la Castellana, la socialista hizo un aparte con el ministro de Hacienda. Cristóbal Montoro -siempre según la versión de la charla resumida a este diario por el entorno del Consolat- aseguró a Armengol que tras el parón de su departamento por el conflicto con la Generalitat, va a "reactivar el REB a finales de este mes". Conseguir de una vez por todas el demandado Régimen Especial de las Illes Balears es un objetivo de esta legislatura, de ahí que la presidenta urgiera ayer a Montoro a acelerar las negociaciones.

El titular de Hacienda y Presupuestos habría mostrado su itención de reunirse antes de fin de mes con su homóloga de Balears, Cati Cladera, y de inmediato poner en marcha comisiones bilaterales con las distintas Secretarías de Estado implicadas, como por ejemplo la de Transportes en lo referido al descuento de residentes del 75%. Las fuentes cercanas a la presidenta afirman que ésta vio receptivo a Montoro.

Por otro lado, Armengol habló con Fátima Báñez, que le trasladó su intención de desbloquear la cesión de los terrenos de Son Dureta, que el Govern quiere reconvertir en un complejo socio-sanitario, una actuación estrella anunciada el año pasado por la presidenta y para el que en teoría la conselleria de Salud ya dispone de planos y los proyectos. El solar que alberga el hospital abandonado es propiedad de la Tesorería de la Seguridad Social, que debe enajenarlo previamente a la Comunidad Autónoma. El trámite podría ver la luz en unas semanas, al menos así lo manifestaron ayer las citadas fuentes.

Para rematar la jornada, la presidenta compartió impresiones sobre el proceso de independencia de Cataluña con sus colegas socialistas. Armengol es la dirigente más crítica con la línea de Pedro Sánchez en este conflicto, y rechaza la alianza con el PP para aplicar el artículo 155.

En contra de lo habitual, ayer no hubo tuits ni nota de prensa alguna publicitando la participación de la presidenta en la fiesta de la Hispanidad, una prueba quizás de su desafección hacia el evento.