Tres matarifes del matadero de Palma llevarán ante la justicia al empresario adjudicatario de la instalación cárnica, Joan Pocoví, por tenerles trabajando, según denuncian, como falsos autónomos. Los tres trabajadores aseguran que su relación laboral con la concesionaria es la propia de una empresa con sus empleados y no la de autónomos, como figuran.
Los tres trabajadores pidieron una reunión en el Tribunal de Arbitraje y Mediación (TAMIB) para que la empresa adjudicataria del matadero Escorxador i Serveis Càrnics Palmales reconociera su condición de trabajadores por cuenta ajena. El encuentro, que tuvo lugar ayer por la mañana, acabó sin acuerdo, y, según confirmó el abogado de los matarifes, Álvaro Martín, "se tendrá que judicializar". Además de llevar al adjudicatario a los tribunales, no descartan presentar una denuncia a inspección de trabajo por una situación en la que, aseguran, se encuentran ellos y el resto de los 15 trabajadores de la instalación cárnica, si bien, todavía no han tomado una decisión.
Según explican, la mayoría empezaron a trabajar con el matadero entre 2013 y 2014 y lo hicieron bajo la figura de Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente (TRADE) que prevé que un máximo del 75 por ciento de su facturación puede proceder de una misma empresa. Sin embargo, relatan que su actividad en la instalación cárnica les obliga a depender al 100 por cien y que tienen condiciones laborales propias de asalariados: horarios fijos, un encargado y sin flexibilidad. "Tenemos pruebas suficientes de que sus condiciones son de asalariados", explica su abogado.
"Entraron con esas condiciones"
Los tres matarifes reclamaron su condición de asalariados, relatan, porque el encargado les comunicó que después de la congelación de la subvención de Cort al concesionario, podría cesar su actividad. Ante el riesgo de despido, reclamaron ser reconocidos como asalariados para poder ser indemnizados y cobrar el paro.
El empresario Pocoví señaló en declaraciones a este diario que "si han estado trabajando en el matadero es porque han querido. No se les ha obligado a nada. Algunos siguen y otros se han ido", dijo. Pocoví apuntó que "entraron con estas condiciones" y negó que se les comunicara el cese de actividad.
