El juez Penalva dictó hace unos días una resolución, por la que ordenó a una compañía telefónica que le facilite el listado de llamadas, tanto entrantes como salientes, de una determinada línea, que figura a nombre del Partido Popular, y que se trata del teléfono móvil que utilizaba habitualmente el expresidente del partido en Palma, José María Rodríguez. En concreto, el juez pretende que la empresa telefónica le facilite dicho listado de las llamadas que realizó, o recibió, desde el 7 de mayo de 2014 al 29 de marzo de 2016. Con esta diligencia lo que pretende comprobar el juez es si desde esta línea, utilizada habitualmente por el político, realizó alguna llamada al prostíbulo de la calle Lluis Martí, donde lo han identificado como un cliente habitual.

La antigua madame de este club de alterne, que es una de las testigos protegidas del caso Cursach, afirmó que Rodríguez era cliente habitual del negocio, donde solía acudir con cierta frecuencia. Allí mantenía relaciones sexuales con varias personas a la vez, al tiempo que también consumía cocaína. Unos servicios que, según declaró la mujer, nunca los abonaba el político. Ella misma era quien le entregaba la factura a Bartolomé Cursach, que era quien pagaba estas orgías sexuales.

Además, la testigo aportó una prueba escrita para demostrar que lo que estaba contando al juez respondía a la verdad. Entregó un cuaderno con anotaciones, en el que aparecen varias referencias a José María Rodríguez y a Álvaro Gijón, al que también identifica como cliente habitual del club de alterne. Junto al nombre de Rodríguez aparece anotado un número de teléfono que, según ha podido comprobar la Policía, responde a la línea que ha venido utilizando el político. La línea no figura a su nombre, sino al del PP.

Rodríguez ha intentado desacreditar a esta testigo, manteniendo que no la había visto nunca y negando que fuera cliente de este prostíbulo. Lógicamente, también ha rechazado que el empresario Cursach fuera quien financiaba estas supuestas orgías.

El juez extiende esta orden, para que le entreguen el listado de llamadas entrantes y salientes, de otra línea de telefonía móvil. En esta ocasión, este número pertenece a la diputada del PP, Sandra Martínez, actual pareja del diputado Álvaro Gijón. Este número de teléfono también aparece anotado en numerosas ocasiones en el cuaderno que entregó la madame del prostíbulo, que aseguró que era el móvil desde el que el político llamaba para anunciar su visita. El juez ordena que la compañía facilite el listado de llamadas realizadas desde esta línea desde los años 2012 a 2016. De momento, la compañía no ha respondido a la petición del juez Penalva, pero una vez que se tenga esta información la Policía cotejará si desde estas dos líneas, en alguna ocasión, se llamó al teléfono del prostíbulo.

Los investigadores dan una total credibilidad al testimonio de la mujer y descartan que haya podido manipular el contenido del cuaderno que entregó. La mujer explicó que se comunicaba con su socia a través de estas notas, porque pocas veces coincidían en el piso. Era una forma de avisarse entre ellas cada vez que recibían la visita de los dos políticos, para que todo estuviera preparado y para que pudieran avisar con tiempo a las chicas que se contrataban para participar en estas orgías sexuales. Más credibilidad le dan a esta testimonio cuando se ha comprobado que los números anotados en el cuaderno pertenecen, en efecto, a los teléfonos que utilizan Rodríguez y Gijón, aunque una de las líneas aparezca contratada a nombre de su actual pareja sentimental.

El chófer

La mujer también contó que Álvaro Gijón solía llegar al prostíbulo acompañado por su chófer, al que identificó por su nombre. Se comprobó que, en efecto, esta persona había entrado en el Ayuntamiento por influencia de los dos políticos del PP. Varios testigos que han declarado ante el juez Penalva y el fiscal Subirán han confirmado que este trabajador, que no está adscrito directamente al departamento de conductores del Ayuntamiento, acompañaba muchas veces a Gijón en el coche oficial. La testigo contó que el diputado del Parlament solía, además de mantener relaciones sexuales con varias chicas a la vez, consumir cocaína cuando visitaba el prostíbulo. De hecho, exigía que las chicas también consumieran. Estos servicios también los financiaba el empresario Cursach. Explicó que en más de una ocasión el chófer que identificó tuvo que recoger a Gijón en el prostíbulo, debido a su lamentable estado tras pasar varias horas con las prostitutas.

Medida justificada

El juez dictó un auto para justificar esta orden de entrega de información, que había sido solicitada por el Grupo de Blanqueo. Penalva justificó que, una vez conocida esta información, se podría confirmar, o no, si Gijón y Rodríguez recibieron "llamadas desde el teléfono fijo o móvil de la casa de citas de la calle Lluis Martí, que presuntamente con frecuencia visitaban".