Al final la presión ha podido sobre el vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, quien ayer anunció en el pleno del Parlament que había decidido aceptar la dimisión de Pere Muñoz como director de la Agencia Balear de Turismo (ATB) ante su previsible imputación en el caso de los contratos a dedo desde conselleries en manos de Més al exjefe de campaña del partido, Jaume Garau. Barceló comunicó su decisión aprovechando una pregunta del diputado popular Antonio Gómez, tan sólo cinco días después de haber rechazado la dimisión que le ofreció Muñoz. Sin embargo, su marcha no será inmediata, ya que Muñoz continuará en funciones en el cargo hasta que se reuna el consejo de dirección de la ATB, previsto en principio para después de la World Travel Market, según explicaron desde la conselleria de Turismo.

El motivo esgrimido para este retraso es la necesidad de dejar cerradas varias cuestiones que estaban en marcha, con el fin de facilitar la transición. Después, las funciones las asumiría, también provisionalmente, la actual directora adjunta de la ATB, Irene Moya. Hasta ahora, Barceló no ha decidido a quién colocará en el cargo, aunque ayer distintas fuentes apuntaban a la posibilidad de que fuera Antoni Sansó, asesor de Turismo de Barceló, aunque todavía está en el aire y no se descarta que Moya continúe en el cargo.

En todo caso, esta destitución en diferido de Muñoz ha causado "perplejidad" en parte de Més, según admitieron algunos cargos del partido. Desde las filas de la formación política se habían alzado voces en los últimos días considerando que Muñoz no podía continuar en el cargo, después del escrito de denuncia de Fiscalía Anticorrupción, entregada al juzgado de Instrucción número 9, en el que le imputaba un presunto delito de tráfico de influencias y prevaricación. Junto a él, Anticorrupción imputaba los mismos delitos a la exconsellera de Cultura, Ruth Mateu, al exdirector general de este departamento, Jaume Gomila, al exdirector del Institut d'Estudis Balearics, Josep Ramon Cerdà, y a Jaume Garau. De todos ellos, Muñoz era el único que continuaba en el Govern, ya que el resto abandonaron sus cargos en marzo cuando estalló el escándalo de los contratos por más de 120.000 euros desde conselleries de Més a Garau.

Carta de dimisión

"Después de días de reflexionar, hoy he decidido aceptarle la dimisión", dijo ayer Barceló en el pleno del Parlament. El vicepresidente, no obstante, defendió la actuación de Muñoz al frente de la ATB y dijo que su marcha era "una cuestión de asunción de responsabilidades y de ética política", a la vez que advirtió al PP de que "tal vez tengan que acabar tragándose sus palabras", después de que Antonio Gómez cargara duramente contra los econacionalistas.

El lunes Muñoz había enviado una carta a Barceló en la que, tras enumerar las actuaciones de la ATB en el último año y medio, afirmaba que "ahora toca dejarlo, hacerlo fácil y no permitir que nadie pueda utilizar la demagogia para hacer daño a un Govern de gente comprometida". Por ello, le pedía que aceptara su dimisión, "convencido" de que la "acusación no tendrá ninguna trascendencia".

"Hemos hecho las cosas bien hechas, más allá incluso de lo que marca la legalidad, pero entiendo que ahora ya no se trata de eso y no estoy dispuesto a someter a mi familia, al Govern y a mi a un escarnio que, independientemente de la verdad, hará de la noticia un motivo de ataque continuo", dice en su carta. El escrito acaba afirmando que su renuncia al cargo es "irrevocable" si bien "puede tener la fecha" que Barceló "considere conveniente".

El PP arremete contra Barceló

Momentos después de que Barceló anunciara que aceptaba la dimisión de Muñoz, la portavoz del grupo popular, Marga Prohens, declaraba en los pasillos del Parlament que "aún quedan muchas dudas por resolver y el Govern no está por la labor" de despejarlas. Por ello, resaltó que el pasado viernes el PP presentó una proposición no de ley en la que pide que la Sindicatura de Cuentas que revise los contratos adjudicados desde las conselleries de Més a Garau, y que Intervención del Govern estudie si se ajustaron al precio de mercado o si fueron "inflados".

Prohens pidió de nuevo la dimisión de Barceló y, de no hacerlo, instó a la presidenta del Govern, Francina Armengol., a destituirlo. "El máximo responsable de esta presunta trama, respetando la actuación de la Justicia, es Barceló, es el que tenía un contacto directo con Garau, que era su jefe de campaña", dijo la portavoz el PP quien insistió en que el vicepresidente "no puede continuar" en el cargo.

En el pleno, el popular Antoni Gómez también le había pedido a Barceló que dimitiera. "No le daré ese gusto", fue la respuesta del vicepresidente y conseller de Turismo.