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Cambio climático

El cambio climático no espera a nadie

El Govern elude dar una visión apocalíptica, pero advierte: "Hay que reaccionar ya" - Antes de que acabe el año presentará un anteproyecto de ley que obligará a todos los sectores (incluido el turístico) a actuar para atajar este problema global

Las inundaciones, como esta sufrida en septiembre, serán cada vez más frecuentes. g.bosch

Catastrofismo, no; pero sí realismo. El cambio climático es una realidad y sus efectos ya se notan y más que se notarán. Balears, como islas del Mediterráneo, tiene una serie de puntos especialmente débiles y una serie de previsiones poco optimistas: menos agua; más picos de calor difíciles de sobrellevar; más medusas y mosquitos; más especies invasoras; más problemas de salud... El panorama no pinta bien, aunque la buena noticia, es que hay impactos que pueden atajarse. Eso sí: hay que reaccionar ya. El cambio climático no espera a nadie.

Principales consecuencias: escenarios extremos

Así lo recoge el informe sobre la vulnerabilidad al cambio climático de Balears que fue presentado ayer por el Govern, un estudio que aunque no prevé escenarios tan catastrofistas como los que por ejemplo sí se anticipan para islas del Pacífico (en riesgo real de desaparición), sí hay una serie de sectores que podrían llegar a situaciones de riesgo no extremo, pero sí "alto". En particular, el agua; el territorio; el turismo; y la salud son los que más afectados se verán por los cambios climatológicos en el medio y largo plazo (el estudio evalúa escenarios entre los periodos de 2025 a 2055 y de 2026 a 2086, usando los plazos manejados por la ONU).

"Actuando ahora nos podremos adaptar a tiempo", subrayó el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, quien advirtió que de no hacerlo "un día nos daremos cuenta de que hemos llegado tarde y tendremos que actuar y reaccionar de urgencia".

Problemas de cantidad y de calidad

El agua aparece en el estudio como el primer sector evaluado, y uno de los que más sufrirá el cambio de las temperaturas.

No solo se prevén problemas de cantidad (con episodios de sequía y sus consecuencias) sino también de calidad (la contaminación por filtraciones de agua del mar será más fácil y habrá más probabilidad de floración de cianobacteria y patógenos).

Como van a producirse episodios extremos de lluvias con más frecuencia, se concluye que habrá más inundaciones y las infraestructuras se verán desbordadas.

El director general de Educación Ambiental, Calidad Ambiental y Residuos, Sebastià Sansó, señaló que desde su conselleria (la de Medio Ambiente) ya se prepara el nuevo Plan Hidrológico tratando de atajar esos problemas de sequía y de calidad del agua.

Islas menos atractivas por el clima extremo, más medusas...

El turismo contribuye al cambio climático y a la vez será uno de los sectores que más directamente sufrirá las consecuencias ya que como destino podemos perder atractivo: "Los turistas no vienen buscando aquí un clima del norte de África".

Tampoco vienen buscando episodios de viento ni de lluvia intensos, ni algas ni medusas ni mosquitos, que pueden proliferar debido al aumento de temperaturas.

Además, la reducción de la posidonia hará descender la calidad de las aguas de nuestras playas y las infraestructuras turísticas de la costa pueden deteriorarse.

Entre otras estrategias, el Govern e incorporar criterios de sostenibilidad a los alojamientos turísticos.

Inundaciones, efecto 'isla de calor' e incendios forestales

A nivel de territorio, se aprecian riesgos de inundación; saturación de alcantarillado; deslizamientos en taludes y pendientes que estén junto a infraestructuras hídricas; el aumento del efecto 'isla de calor' a las ciudades (agravado por el hecho de que por lo general las viviendas de las islas tienen una eficiencia energética "muy baja", según recordó el director general de Cambio Climático, Joan Groizard); y más riesgo de incendios forestales.

Son especialmente vulnerables a estos efectos la gran mayoría de urbanizaciones de las áreas costeras y hará falta una planificación minuciosa en las zonas inundables.

Riesgo por calor, enfermedades respiratorias y 'tropicales'

Las repercusiones para la salud de este fenómeno meteorológico no son halagüeñas: estrés térmico para los colectivos vulnerables a las olas de calor (niños y personas mayores); más dificultades respiratorias (ya que la sequía favorece que haya más polvo, hongos y bacterias); más riesgos de accidentes por las lluvias intensas o los vientos extremos; y aparición o aumento de mosquitos y otros vectores transmisores de latitudes más tropicales: "Enfermedades que ahora aparecen como una excepción en Balears, serán cada vez más frecuentes".

Especies en peligro

En cuanto al medio natural, la sequía afectará a las especies animales y vegetales y hay riesgo de extinción. También hay riesgo de desaparición de ecosistemas (especialmente los costeros) y también de hábitats por incendios forestales y por la imposibilidad de migrar. Se prevén alteraciones de los ciclos migratorios de las aves; la proliferación de especies invasoras; el aumento de la mortalidad de la posidonia; y la aceleración de la desertización.

Más consumo

A nivel de energía, Groizard destacó que la subida exagerada de las temperaturas implica récords de consumo de electricidad para combatirla (como sucedió este verano), lo que supone más emisiones y contribuye al ascenso de las temperaturas, creando un círculo vicioso. Además de ese aumento del consumo de energía, se prevé que el cambio climático genere impactos físicos sobre las infraestructuras de generación, transporte y distribución de electricidad y una disminución del rendimiento de centrales térmicas (y por tanto más consumo de combustibles).

Cosechas en riesgo y menos producción

Habrá más periodos de sequía y serán cada vez más graves, lo que perjudicará especialmente al sector primario, que deberán incrementar el riego y verán reducirse su producción. La floración y el desarrollo de las plantas se verán afectados; la climatología extrema (granizadas, inundaciones...) harán perder las cosechas y cambiarán los ciclos de cultivo.

Los cereales y los viñedos serían los cultivos más vulnerables; la hoticultura, la menos.

Buscar consenso político e implicación de los sectores

Esta radiografía es el paso previo a la futura Ley del Cambio Climático y la Transición Energética, que entre sus objetivos básicos persigue (siguiendo lo firmado en los Acuerdos de París) en 2050 Balears alcance las 'emisiones cero' de gases de efecto invernadero.

Dado que las previsiones se alargan tanto en el tiempo y que el cambio climático no entiende de legislaturas, Pons razonó que tratarán de buscar el máximo consenso político para aprobar el texto de la mencionada ley, que incluirá "medidas valientes" para reaccionar a este problema global desde los diferentes sectores, dejando esta cuestión de interés general "al margen del debate político del día a día".

El plan del Govern es tener el anteproyecto listo antes de que acabe este año y que ya pueda comenzar su recorrido de tramitación y que en Semana Santa del año que viene se pueda aprobar la ley. Esas medidas se trabajarán con todas las instituciones políticas y también con los representantes de cada sector. Todos estarán obligados por esta ley a introducir la perspectiva del cambio climático en sus planes de actuación.

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