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Boulevard

Més no daba contratos a dedo, sino a manos llenas

El descubrimiento de los contratos al jefe de campaña de Més interrumpió la gestación de una trama de saqueo de la conselleria de Cultura que hubiera causado la envidia del PP

Agudice la vista y localice a José María Rodríguez entre el público de la fiesta de la Policía, sentado a escasos metros del magistrado Manuel Penalva y escuchando al jefe superior, Antonio Jarabo, que habló sobre el ´caso Cursach´. Manu mielniezuk

Més ha demostrado que los mallorquines podemos coquetear con el soberanismo, pero que nuestra auténtica ideología es la corrupción. El pasado 26 de marzo, esta sección mentirosa titulaba que "Biel Barceló da 56 mil euros a dedo a su jefe de campaña"Biel Barceló da 56 mil euros a dedo a su jefe de campaña. El primero y más jugoso de los seis contratos al estratega electoral había sido incluso publicado en internet. El vicepresidente, en las nubes.

La evidencia del contrato no impidió que el ramillete de cabezas privilegiadas compuesto por Jaume Garau, Pere Muñoz, Ruth Mateu y Josep Ramon Cerdà desmintieran con fogosidad las sucesivas publicaciones de este diario. En efecto, los cuatro figuran en la primera tanda de querellados por la fiscalía Anticorrupción. A la mayoría de ellos no los conozco, por fortuna, y espero no hacerlo nunca para no mancillar su pureza. Sí entrevisté a Garau, que me encomendó la célebre frase "perdemos un cliente", al descartar pública y púdicamente cualquier contrato procedente de Més.

La institución que sustanció la entrada en prisión de Jaume Matas y de Maria Antònia Munar acusa a estas inteligencias preclaras de prevaricación o "decisión injusta a sabiendas", y de tráfico de influencias o "a dedo". Lo digo porque nadie negará la voluntad pedagógica de los corruptos de Més, por comparación con los estólidos delincuentes de cuello blanco del PP. Han publicado tesis doctorales en que nos explicaban que no había contratos, que no había jefe de campaña, que no había dedo y que no había Més. Lo último es cierto, como bien recuerda Més per Menorca a la mínima oportunidad.

Las reprimendas de Pere Sampol me llevaron al borde de las lágrimas. El senador español, que siempre volaba en primera, exigía que se ocultara la basura de su partido. Para las agitadas bases de Més, sería más interesantes que les explicara las excelente condiciones de pensión de jubilación que ofrece la cámara alta de España, y que le abonarán religiosamente los cachorros ecosoberanistas con sus impuestos. ¿Va a descalificar hoy la querella firmada por Juan Carrau, el fiscal anticorrupción que interrogó fieramente a Gabriel Cañellas en el Túnel de Sóller? En este escándalo jugó un papel trascendente Sampol, cuando todavía estaba comprometido contra la corrupción. Los entorchados españoles hacen mucho daño, empezando por contagiar una visión unilateral de los acontecimientos.

El impacto de la querella de Anticorrupción contra Més se ha amortiguado gracias a la destitución inmediata de Ruth Mateu y sus contratistas. Imaginen a Anticorrupción señalando a una consellera en activo, que además fue testigo de cargo contra la Antònia Ordinas del caso Cola Cao. Por supuesto, fueron generosamente recolocados, porque los ecosoberanistas y el PP no solo se parecen en la corrupción en manada. Entonces volvieron a sermonearon sobre el significado de "a dedo". Tranquilos, hemos aprendido la lección. Més no firma contratos de jefes de campaña, ni contrataciones a dedo de altos cargos destituidos. Més contrata a manos llenas. Por eso ha acabado en manos de Anticorrupción.

No todo son malas noticias para Més. El juzgado en que ha recaído la querella archivó por tres veces el caso Bitel, suerte que la Audiencia le obligó a reabrirlo en otras tantas ocasiones. Y viene de dar carpetazo al caso Minerval, una decisión honrosamente recurrida por la fiscalía. Si hoy me llama el Richelieu de Llorenc Huguet y eminencia gris del PSM, le pronunciaré el mismo oráculo que emití sobre la investigación del tráfico de sustancias en la UIB.

Más buenas noticias. El descubrimiento en esta página insidiosa de los contratos al jefe de campaña de Més, interrumpió la gestación de una trama embrionaria de saqueo de la conselleria de Cultura, que hubiera causado la envidia de los fontaneros del PP. Pregunten en Més per Menorca. ¿Y saben lo mejor del titular "Biel Barceló da 56 mil euros..."? Que la construcción de esta noticia me llevó menos esfuerzo que documentar la maldita foto de aquel domingo, sobre una escultura de Joan Miró requisada en Suiza.

A propósito de fotos y fontaneros, hoy nos ilustra una imagen de Manu Mielniezuk que plantea un ejercicio de agudeza visual. Localice al inolvidable José María Rodríguez entre los congregados por la fiesta de la Policía Nacional. El incombustible se hallaba a escasos metros del magistrado Manuel Penalva. También tuvo que escuchar la plática del Jefe Superior, Antonio Jarabo, sobre las dificultades y la gravedad que ha entrañado la investigación del caso Cursach.

Llega Ella, después de votar que no en el referéndum catalán, y me pregunta desde su curiosa impertinencia:

—¿El juez Penalva pertenece a la estirpe de José Castro?

—No votan lo mismo.

Bernat Jofre i Bonet ha dejado de ser el hotelero del PSOE, por los mismos motivos que han impulsado a Tomeu Vidal a dejar de ser exconseller del PP. No en nuestro nombre, dicen al alimón. Después de dos meses de Volkswagen, llegará Jaguar al Palacio de Congresos. El mallorquín Toni Rubio produce en Madrid Smoking room, versión teatral de la pelïcula de culto con actores de la talla de Miki Esparbé o Manolo Solo. Sin embargo, el montaje del año en Mallorca sería el sainete Yo te lo firmaré antes del lunes eso seguro, con Pilar Carbonell en el papel de Pilar Carbonell y Salvador Oliva en el rol de Tolo Sbert, ausente por prisión. Incluso podrían componer un musical.

Reflexión dominical estoica: "Viureu poc, però durant molt, molt de temps". (Lluís Maicas, L´últim alè abans del últim alè).

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