La decisión de llevar la sede de CaixaBank a Valencia fue adoptada ayer con la "unanimidad" de su consejo de Administración, según se aseguró en el comunicado remitido posteriormente por la entidad.

El motivo esgrimido para justificar el cambio ha sido "proteger los intereses de los clientes, accionistas y empleados, garantizando en todo momento la permanencia de la entidad en la zona euro bajo la supervisión del Banco Central Europeo".

Sin facilitar explicaciones respecto a la elección final de Valencia, cuando desde el día anterior se había barajado Palma como primera opción por la especial vinculación histórica de la entidad con las islas, desde la institución se señaló que el traslado no va a conllevar movimiento de empleados, pero sí va a suponer seguir contando con "óptimas condiciones de financiación para a su vez, mantener el flujo de crédito a familias y empresas así como preservar la integridad de los depósitos de sus clientes".

Presión del Gobierno a los bancos

El vicepresidente del Govern catalán y conseller de Economía, Oriol Junqueras, acusó ayer al Gobierno central de presionar a los bancos para que trasladen sus sedes sociales fuera de Cataluña, aunque aseguró que estos cambios de domicilio social tienen carácter "temporal". "Se van a los Països Catalans, no a Madrid", apostilló.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Junqueras se refirió así a la decisión del Banco Sabadell de trasladar su sede social a Alicante y a la reunión del consejo de administración de CaixaBank, en la que se decidió llevar la sede social de la entidad a Valencia.

Preguntado por si el decreto del Gobierno para facilitar el traslado exprés del domicilio social de las empresas fuera de Cataluña era la prueba de que el Gobierno había presionado a los bancos, Junqueras respondió: "Sí". Manifestó incluso que "cuando el Gobierno hace estas cosas se perjudica a sí mismo. Con la intención de encarecer los costes de transición ­ toman decisiones que son contraproducentes también para el Gobierno español".

Con todo, Junqueras explicó que esta decisión "no afecta" a la operativa de la Generalitat con estos bancos, y quiso subrayar que tanto los servicios centrales de CaixaBank como los del Sabadell, y el resto de sus centros operativos, se mantienen en Cataluña. A la pregunta de si el presidente de Gas Natural Fenosa, Isidre Fainé, y el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, habían hablado con él, Junqueras comentó, sin entrar en dar detalles sobre personas o el contenido de dichas las conversaciones: "Casi todos sí, y no sólo por teléfono".