El director de la Agencia Balear de Turismo (ATB), Pere Muñoz Perugorria, puso ayer por la mañana su cargo a disposición del vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, para que sean los máximos responsables del Ejecutivo quienes decidan si lo mantienen o lo destituyen al frente del organismo turístico. Muñoz es uno de los cinco querellados por la Fiscalía Anticorrupción por los contratos a dedo de las conselleries gobernadas por Més con el jefe de campaña del partido, Jaume Garau. El número dos del Govern de momento lo mantiene en su puesto, pero dejó claro ayer que en el caso de que exista una imputación formal se "aplicará el código ético" y Muñoz deberá dejar el cargo.

En el día de ayer Barceló no tomó ninguna decisión al respecto. El vicepresidente afirmó que "es una gran sorpresa" la inclusión en la querella de Muñoz, único de los dirigentes de Més denunciados que permanece en un cargo público. El vicepresidente y conseller de Turismo quiere saber primero de qué se acusa a Muñoz antes de tomar una decisión. Biel Barceló recordó que el Govern todavía no tiene ninguna notificación oficial de la querella y que el contrato que concedió la ATB a Garau se realizó de forma totalmente legal. "Conviene ser prudentes y esperar a leer la querella, ya que en estos momentos no sabemos de qué se le acusa", aseveró ayer Biel Barceló durante un acto con alcaldes en el Monasterio de Cura, en Llucmajor.

Por su parte, Pere Muñoz indicó que "el único contrato que dimos en la ATB a Garau fue el barómetro turístico y se hizo de forma nítida, ya que incluso pedimos cinco presupuestos antes de decidir la adjudicación". El director de la ATB aseguró estar "muy sorprendido por la denuncia de la Fiscalía". "Todavía no sé qué argumentos tienen contra mí", agregó.

De todas formas, lo que ha trascendido del escrito de denuncia presentado por Anticorrupción ante el juzgado de Instrucción número 9 es que a la exconsellera de Cultura Ruth Mateu, al exdirector general de esta misma área, Jaume Gomila; al exdirector del Institut d'Estudis Baleàrics, Josep Ramon Cerdà, y naturalmente al estratega electoral de Més, Jaume Garau, se les imputa un presunto delito de tráfico de influencias y prevaricación. "Únicamente sabemos lo que ha salido en los medios de comunicación, no tenemos la querella", insistió el vicepresidente Barceló.

Imputación inminente

En el seno del Pacto de Izquierdas, incluso en Més hay voces que son partidarias de tomar una decisión, ya que consideran que la citación como imputado de Pere Muñoz por el caso Contratos "es cuestión de días" al tratarse de una querella de la Fiscalía Anticorrupción.

Dirigentes socialistas con cargo en el Govern recordaron ayer que será muy difícil mantener a Muñoz en su puesto, ya que el procedimiento del Ejecutivo de Armengol es personarse en los casos de corrupción que les afectan: "El Govern no podría personarse como acusación particular en este caso manteniendo como cargo público a uno de los investigados", aseveraron las mismas fuentes.

En Més per Mallorca también están a la espera de conocer el alcance de la demanda de los fiscales Anticorrupción. El partido intentó ayer sin éxito hacerse con el texto. Resulta que el juez Enrique Morey está de vacaciones y hasta la próxima semana, que regresará a su juzgado, no podrá tomar ninguna decisión al respecto.

El caso Garau ya se ha convertido en uno de los temas de la actual legislatura desde que la Fiscalía Anticorrupción decidió el pasado miércoles interponer una querella criminal contra cuatro cargos y excargos de Més y el propio Garau. Las conselleries de Cultura, Medio Ambiente y Turismo, así como Cort, todas ellas gestionadas por Més, otorgaron contratos menores y negociados sin publicidad a Jaume Garau, el hombre que dirigió su campaña electoral en 2015.

El montante de los contratos adjudicados a las empresas de Garau ascendía a unos 150.000 euros. Este asunto, destapado por Diario de Mallorca, provocó una auténtica crisis de Govern que acabó con la destitución de la entonces consellera de Cultura Ruth Mateu y gran parte de su equipo. Més per Menorca expresó ayer su apoyo a dos de sus dirigentes denunciados, Mateu y Gomila, en un comunicado.