´¿Qué le falta y qué le sobra al sistema educativo?´. Intentar dar respuesta a esta pregunta fue lo que reunió ayer en el Club Diario de Mallorca a cerca de 50 personas para escuchar a Antonio Tarabini, sociólogo y presidente de Gadeso, Rafael Barea, director del colegio Ágora Portals, Virginia Creixell, directora de La Akademia y Guillem Ferrer, director de Fundació Educació per la vida.

Barea fue directo: "al sistema educativo le sobra rigidez y le falta creatividad". Le sobra rigidez, dijo, porque "establece exactamente lo que hay que hacer". Y no solo es que le falte creatividad sino que "la mata", porque "todos tienen que hacer lo mismo y de la misma forma, y así se mata la posibilidad de expresión de los pequeños". Según él, "el sistema educativo actual se preocupa mucho en dar conocimientos cuando lo que le falta es enseñar a desarrollar habilidades, como el saberse expresar".

Barea no era el único de la mesa que pensaba de esta forma. Antonio Tarabini, se mostró y declaró "muy crítico" con el sistema educativo actual, pues para él no educa a las niñas y los niños "para el mundo de hoy". Un mundo donde todo es muy diferente a cuando él era joven. "Alemania ahora está aquí al lado", decía bromeando para explicar que la gente hoy en día se mueve mucho más y, por tanto, en los colegios se tendría que formar a gente "con la mente abierta, con capacidad de adaptación. Pero esto no pasa". Por eso, continuó, "hay que obligar al sistema a cambiar."

Los cambios, sin embargo y aunque no lo parezca, están llegando. Están pasando en este mismo momento. Lo dijo esperanzado Guillem Ferrer, cuando explicaba la cantidad de gente que se interesa por el encuentro anual de Pollença que organiza la ´Fundació Educació per la vida´. Según Ferrer, se está creando poco a poco una "comunidad de aprendizaje", gente con las mismas inquietudes y que también ha asumido que el sistema educativo actual no nos vale.

Ferrer se sinceró con la sala, sin miedo alguno, y explicó que antes de llegar había estado escuchando la naturaleza. Allí, el entorno le dijo "que no tenía ningún sentido ganarle al mundo y perder el alma. Es un absurdo". Para él, esto significa que "esta educación actual dirigida solamente a la cabeza, a este pensamiento que nos hace ser consumidores y no creadores, ya está agotado". Hay que empezar, entonces, a educar el alma, empezar a "ser", porque, afirmó Ferrer, "primero tenemos que ser y luego hacer".

También la directora de La Akademia consideró que el sistema actual ha variado poco en forma y métodos desde la era industrial, que "ya es historia, y por eso la educación basada en la de esa era ya no nos sirve". Creixell, presentó a grosso modo el cambio de paradigma educativo con el que trabajan en La Akademia, el proyecto altruista donde a partir de cursos intentan enseñar a los jóvenes a educar su parte emocional, "a fortalecer su confianza, o a potenciar su autoestima".

Creixell se situó en la misma línea que Ferrer al considerar que "hay movimiento" y en que "tenemos que ser positivos, porque cada vez hay más gente interesada en enseñar creatividad".

Planteamiento distinto

Una de las propuestas que, por ejemplo, el director de Àgora Portals plantea de manera diferente, es la manera de sentar los alumnos en una clase. "En muchas de nuestras clases los alumnos se sientan de cuatro en cuatro y trabajan por grupos o por equipos". Esto se llama, según Barea, "aprendizaje cooperativo", de manera que los niños no solo colaboran, sino que cooperan, aportando cada uno algo diferente. Una de las cosas que no ha conseguido pero no se cansa de intentar encontrar la fórmula, es incluir en el aprendizaje el mindfulness, una práctica para enseñar a los jóvenes a relajarse y a meditar. "A escucharse".

Para Guillem Ferrer, es importante el hecho de "salir del aula". "Enseñarles lo que es el bosque en el mismo bosque". A veces no se hacen cosas por miedo a no saber si funcionarán. Ferrer lo tiene claro: "Esta es una de las claves: tenemos que hacer una transición del miedo a la confianza, porque el miego nos hace rígidos y nos impide actuar, y el activismo es lo que nos hace diferentes y creativos, es la renta que hay que pagar para vivir en este mundo".