"Da igual quién gobierne, si la administración está controlada, se forma una administración paralela". No se recuerda un informe oficial tan contundente como el que ha presentado el Grupo de Blanqueo de la Policía, en el que desarrolla y se detalla toda la trama corrupta de la Policía Local, desde sus inicios hasta la implicación de Cursach. Un informe en el que para sus autores, el principal responsable de la trama policial es José María Rodríguez, expresidente del PP de Palma, que habría utilizado su paso por la política, ya desde sus inicios, para crear y controlar una administración paralela, para su propio beneficio.

Control de los funcionarios y de los sindicatos

Desde que el alcalde Joan Fageda nombrara a José María Rodríguez como concejal de Cort, el más influyente político que ha tenido el PP balear aprovechó sus primeros pasos para conocer y controlar la administración. La Policía tiene muy claro que desde el área de Infraestructuras ya inició sus contactos con los funcionarios de Cort, con los empresarios pero, sobre todo, con los sindicatos. Y estas formaciones sindicales se convirtieron en una herramienta fundamental en la estructura corrupta que organizó, según la Policía, José María Rodríguez.

Control de la función pública y Policía Local

Una vez que José María Rodríguez logró su objetivo de controlar el acceso a la función pública en Cort y de colocar a las personas que estaban a su servicio en los destinos que a él le interesaban, el tercer paso fue hacerse con el control de los órganos encargados de otorgar licencias, tanto urbanísticas como de actividades, de Cort. Después hizo lo mismo con la Policía Local de Palma. Rodríguez colocó a personas de su confianza, a través de maniobras de promoción interna que él mismo controlaba, en puestos claves de la administración. Este sistema lo trasladó después al Govern, cuando fue conseller de Interior.

Utiliza a los funcionarios que le deben favores

No tiene ningún sentido, según sostiene la Policía, ir colocando personas de su confianza en puestos claves de la administración, si después no lo utiliza. Y Rodríguez sí hizo uso de estas personas de su confianza, "no con una finalidad delictiva concreta, sino como instrumento útil a la organización". El político del Partido Popular, que es primo hermano de la desaparecida alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tenía un control absoluto de los representantes sindicales, de todas los sindicatos, lo que le permitió ejecutar su plan para ir creando grupos que están a su servicio.

Es quien nombra a los jefes de la Policía Local

Uno de los puntos claves de la administración local que consiguió controlar Rodríguez es la Policía Local. Era tanta su influencia que fue el responsable, según sostiene el informe policial, del nombramiento de dos de los últimos jefes, como han sido Joan Mut y Antoni Vera, ambos investigados en la trama corrupta. Los investigadores están convencidos de que estos dos altos cargos de Cort no son más que instrumentos a las órdenes de Rodríguez.

También controla al secretario y al interventor

La Policía afirma también que Rodríguez controlaba a los más altos cargos de la administración local, como pueden ser el secretario del Ayuntamiento (tanto el actual como el anterior), así como al interventor. En la lista también incluyó al jefe de recursos humanos, una persona que utilizaba para manejar y controlar a los funcionarios del Ayuntamiento.

Álvaro Gijón, su sucesor en la trama corrupta

No tienen ninguna duda los investigadores de que el principal colaborador de Rodríguez en la trama corrupta es Álvaro Gijón. Se refieren a él como "fiel adlátere", tanto en el Ayuntamiento, como en las empresas paralelas creadas desde Cort, como fue el Consorcio de la Playa de Palma. El todavía diputado y concejal, que abandonó el PP, es una persona clave en la "administración paralela que se había creado".

Consigue crear un grupo para conseguir información

En el informe se da por seguro que detrás de la creación de la unidad SIAP, una especie de grupo de asuntos internos dentro de la Policía Local, está Rodríguez. Este grupo lo formaban policías con escasa formación, pero todos ellos muy próximos al exdelegado del Gobierno. Se cree que estos policías, dirigidos por el comisario Estarellas, otra persona afín a Rodríguez, regaban al político con información, que después podría utilizar en beneficio propio. Esta unidad hizo un seguimiento al hijo de la exsecretaria del alcalde Isern, no se sabe con qué propósito.

Han incumplido sentencias dictadas por los jueces

A pesar de que muchos de los nombramientos policiales impulsados por Rodríguez han sido declarados ilegales por los jueces, ello no ha sido ningún obstáculo para el político. Las personas que el expresidente del PP quería que ocuparan determinados destinos claves en la estructura policial, siguieron ocupándolos. Para ello, se utilizó la figura administrativa de la comisión de servicio.

No le hacía falta estar en el poder para controlar

A José María Rodríguez no le hacía falta que el PP estuviera en el poder para controlar el Ayuntamiento de Palma. Controlaba sin estar presente en la institución, puesto que personas de su entorno, tanto funcionarios administrativos como policías locales, cumplían las indicaciones que él marcaba.

Se sospecha que estaría detrás del casino de Mallorca

El Grupo de Blanqueo sospecha que José María Rodríguez también se guía por intereses económicos y que estaría detrás de algunos de los grandes proyectos, como por ejemplo el casino de Mallorca, que ha sido rechazado. También insinúa el informe que se benefició de otros proyectos públicos, como fue el antiguo Plan Mirall, que se desarrolló en la época que dirigía una concejalía de Palma.