Un rostro sin boca ni ojos y una banda roja que lo atraviesa. El dibujo que clama por la libertad de expresión y contra la represión y que se ha convertido en todo un símbolo del referéndum en Cataluña, es obra del dibujante mallorquín Toni Galmés.

"Orgullo... Es un honor para mí, no esperaba que llegase tan lejos", ha compartido Galmés en su cuenta de Facebook las imágenes de las enormes pancartas y banderolas con su creación, que fue retuiteada hasta por Julian Assange apoyando el 1-O.

Toni Galmés (1983), nacido en Manacor, tiene un estudio en Barcelona donde vive hace 18 años. "Trabajo mucho para Òmnium", explica. Junto a Crida per la democràcia crearon esta campaña. "Quiero aclarar que yo soy solo el dibujante", señala Galmés que destaca el gran trabajo de mucha gente detrás.

El manacorí está feliz por el impacto que ha conseguido su dibujo y considera que se debe "a la excepcionalidad del momento", por todas las medidas que el Estado está tomando y el gran despliegue policial para evitar que el próximo domingo se vote.

"La verdad es que hemos tenido una respuesta muy buena. Se trata de una campaña que empezamos y cerramos antes de las vacaciones de verano, pero es ahora cuando se ha vuelto tan potente", sostiene Galmés.

Basada en una imagen de los años 70 por la libertad de expresión, la idea fue "darle un enfoque más moderno y lograr que gente de todas las edades y condiciones se sientan identificadas". Su éxito radica en que se ha vuelto un símbolo del pueblo porque, como señala Galmés, "no es el referéndum de Puigdemont, es el deseo y el trabajo de mucha gente y eso es lo que queríamos expresar".