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Sanidad

Solo una de cada tres enfermeras podrá opositar si se les exige el catalán

Únicamente 1.500 de las 5.500 candidatas de la bolsa de esta categoría profesional pueden acreditar el nivel B2 de la lengua cooficial de las islas

Una imagen del pasado que cobra actualidad: Médicos y enfermeros protestando en el año 2008 porque les exigían el catalán. Sebastià llompart.

Menos de una de cada tres enfermeras incluidas en la bolsa única de esta categoría (el 27%) podría concurrir a las próximas oposiciones si finalmente se decide exigirles el nivel B2 de catalán.

Este dato fue aportado por el secretario general del sindicato de enfermería (SATSE) en las islas, Jorge Tera, que detalló que tan solo 1.500 de las 5.500 candidatas incluidas en la bolsa única de esta categoría profesional tendrían la titulación idiomática requerida por la Ley de Función Pública en vigor.

Tera, que reiteró su posición de que el catalán debe ser un mérito y no un requisito para trabajar en una sanidad pública balear que en estos momentos tiene una carencia de profesionales, abogó por desarrollar "un plan de fomento del catalán progresivo, con incentivos y sin medidas coercitivas".

Y es que el secretario general del SATSE consideró injusto que se les hurtara a estas 4.000 enfermeras sin título de catalán la posibilidad de optar a una plaza en propiedad.

"Se trata de enfermeras que llevan muchos años trabajando con contratos temporales y dando una buena asistencia sanitaria a esta sociedad y sería muy injusto que ahora no se pudieran presentar a las próximas oposiciones", consideró. También lamentó que la convocatoria de estas oposiciones ya lleve unos meses de retraso tras la polémica surgida a raíz de la intención original del IB-Salut de excluir a médicos y enfermeras del conocimiento del catalán para optar a una plaza pública.

Como se recordará, a finales del pasado mes de julio se aprobó en mesa sectorial de Sanidad la convocatoria de 924 plazas para médicos, enfermeras y técnicos de enfermería en la que se excluía, de la mano de una resolución del director general del Servei de Salut, Juli Fuster, a las dos primeras categorías profesionales de acreditar el nivel B2 de catalán.

Esta decisión desató las iras de uno de los partidos de este Govern, Més, que exigió la promulgación de un decreto que desarrolle la ley que regula el acceso a un plaza pública en esta comunidad sin favoritismos de ningún tipo, decreto en el que estarían trabajando en estos momentos la dirección general de Política Lingüística y el servicio de Recursos Humanos del Servei de Salut, como confirmaron en este último departamento.

De otro lado, el comité ejecutivo del Sindicato Médico (Simebal) votó ayer porque el conocimiento del catalán sea un mérito y no un requisito para trabajar en la sanidad balear. Su presidente, Miguel Lázaro, estimó que, si finalmente se decide que sea un requisito, el déficit de profesionales que conllevará esta medida "hará inviable una gestión sanitaria eficaz ya que en estos momentos necesitamos captar a nuevos médicos y fidelizar a los que tenemos". Lázaro se preguntó también si a los mires (licenciados médicos formándose para conseguir la especialidad) se les exigirá también el catalán. "También ven a pacientes", recordó.

Por último, la secretaria autonómica de los técnicos de enfermería (SAE), Xisca Galmés, también abogó porque el catalán sea un mérito y no un requisito y recordó que a ellos sí se les ha exigido para poder presentarse a la convocatoria de 234 plazas cuyo plazo de presentación de solicitudes concluye el próximo 29 de septiembre. Por ello, Galmés anunció que presentarán un recurso para poder acreditar, en su caso, el B1 de catalán antes de tomar posesión de la plaza en caso de obtenerla. Este hecho les daría una prórroga de varios meses.

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