La consellera de Salud, Patricia Gómez, explicó ayer que su departamento no tuvo conocimiento "de forma fehaciente" de que el Minerval se vendiera, a pesar de "estar permanentemente encima de la empresa y sus productos" a lo largo de diferentes legislaturas.

Así lo expresó durante su comparecencia ayer tarde ante la Comisión de Salud del Parlament, a petición del Grupo Mixto, para dar explicaciones sobre la supuesta venta del Minerval como medicamento contra el cáncer.

En su intervención, la consellera recordó que tras el archivo de la causa por parte del juez instructor hay "una puerta muy abierta" para la actuación administrativa.

En este sentido, la Conselleria se ha puesto en contacto con la Agencia Española del Medicamento para ofrecerles su colaboración ante la posible apertura de un expediente administrativo sancionador, que según Gómez podría suponer multas de entre 90.000 y más de un millón de euros.

Según Gómez, los técnicos de la Dirección General de Farmacia ya realizaron inspecciones y requerimientos a Lipopharma en 2012. La Dirección General ha llevado a cabo desde entonces un seguimiento -dentro de las competencias de inspección- del producto llamado Minerval, pese a que no tenía la consideración de medicamento para uso humano.