Terraferida ha pedido a la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca que prosiga la investigación sobre el vertido de 60.000 toneladas de escorias tóxicas en unas obras del Puerto de Palma y que determine "las conexiones entre Tirme y la Autoridad Portuaria" que lo han hecho posible.

La entidad ha animado además a Medio Ambiente a aclarar el origen de los residuos y quienes son los responsables políticos y empresariales de esta operación para "esconder la basura bajo la alfombra", ha indicado en un comunicado.

La organización ha acusado al Consell de Mallorca de tardar 30 días en parar el vertido y ha declinado la invitación de los responsables insulares de Residuos y de Medio Ambiente para ir a visitar la incineradora de Son Reus que gestiona Tirme, por considerarla "un intento de hacer un lavado de cara".

Según Terraferida, la invitación pretende "hacer ver a las organizaciones ecologistas que los residuos plásticos a medio quemar, que aparecen flotando desde hace meses en la Bahía de Palma y que a día de hoy todavía ensucian las playas, no provienen de Tirme".

La organización ha recordado que la Autoridad Portuaria de Baleares, en las obras de ampliación del puerto de Palma, tenía previsto utilizar 60.000 toneladas de escorias de incineración como material de relleno en los muelles que está construyendo, lo que dio lugar a un vertido "sin precedentes" en la comunidad, paralizado tras las denuncias de Mallorca Blue y de vecinos.

Según Terraferida, el vertido está bajo investigación de la Fiscalía por una denuncia del GOB y además también la Conselleria de Medio Ambiente lo investiga desde que tuvo constancia de los hechos, el 26 de mayo, y advirtió al Consell de que "no podía quedarse de cruzados de brazos".

La entidad ha criticado que el Consell "tardara 30 días en paralizar los vertidos, tiempo más que suficiente para que el promotor de las obras -la Autoridad Portuaria-, de acuerdo con Tirme, vertiera miles de toneladas de escorias tóxicas al mar".

"Este vertido no debería haberse producido nunca porque las escorias no se pueden usar para estos fines", ha asegurado Terraferida, basándose en el Plan Director Sectorial de Residuos (PDRS), que detalla en qué obras se pueden utilizar y cómo y especifica que su uso debe estar autorizado por la autoridad competente, lo que no ha ocurrido.

Critica también que no hubo Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y que las escorias no fueron desclasificadas como residuos.

Terraferida ha tildado la actuación del Consell de Mallorca de "muy irresponsable, poco diligente y contraria al interés general" y ha reclamado a la institución que modifique el plan de residuos para prohibir utilizar cenizas tóxicas a ningún tipo de obra pública, mejorar el reciclaje y fomentar la reducción.

Reclama además que el Consell revise el contrato de Tirme por 50 años porque lo considera "en condiciones muy ventajosas para la empresa y muy caras y nefastas para la ciudadanía de Mallorca".

Pide además la ley de residuos, un proyecto fundamental para las islas "que podría evitar en el futuro, que actuaciones como esta se vuelvan a repetir", concluye la nota.