La Universitat inauguró ayer su curso académico, sin saber que apenas unas horas después de acabar la ceremonia el juez haría pública su decisión de archivar el caso Minerval al no ver indicios de estafa por parte de los catedráticos Xavi Busquets y Pablo Escribá.

Pero el acto de inauguración transcurrió ajeno a esta resolución judicial, siguiendo su protocolo y pompa habitual, con cada actor cumpliendo su papel. Por parte de la Universitat, no faltaron las históricas reivindicaciones (más presupuesto) y la defensa de sus logros (como los indicadores de investigación en determinados rankings); y por parte del Govern, no faltó la reafirmación de su compromiso con la educación, además del anuncio de alguna novedad (como el contrato programa para que la UIB reciba financiación por objetivos).

La secretaria general, Maria Antònia Paniza, leyó la memoria anual; la Coral Universitaria cantó el Gaudeamus Igitur; y la procesión académica, con sus birretes, puso el toque solemne y a la vez colorido al auditorio del edificio Son Lledó.

El único detalle que trajo la ahora archivada estafa a los discursos (sin mencionarla directamente) fue el anuncio del rector de la confección de un protocolo "de obligado cumplimiento" para garantizar la "conducta responsable y ética" del personal de la Universitat: "La responsabilidad, la honestidad y la integridad han de ser los principios fundamentales", indicó Llorenç Huguet desde el atril.

Antes de entrar en estos temas terrenales del día al día del campus, la doctora Alícia Sintes, del Grupo de Relatividad y Gravitación (GRG), hizo escuchar al público el sonido de la primera onda gravitacional detectada en la historia, el hallazgo histórico en el que ha participado su grupo dentro del programa internacional LIGO.

La física menorquina impartió la lección inaugural titulada Les noves missatgeres, en la que además de describir la culminación de un siglo de investigación ( Albert Einstein predijo la existencia de estas ondas en 1917) también aprovechó para reivindicar la inversión en I+D+i, tanto por parte de los poderes públicos como de las empresas: "La inversión en España deja mucho que desear y hemos vuelto a los niveles de 2004".

El rector, que inauguró el curso tras vencer las elecciones del pasado mes de mayo, quiso destacar el buen papel de la investigación de la Universitat según algunos rankings teniendo en cuenta el presupuesto de la institución académica balear. Así, hizo referencia al recientemente publicado ranking de Shanghai en el que la UIB ha quedado entre las 500 y las 600 primeras universidades (en 2014, estaba entre las 800 y las 850).

En esta clasificación, ninguna institución española se ha colado entre las 200 primeras universidades ("Es otra liga", razonó Huguet) y en comparación con ellas la UIB queda entre las 15 primeras en cuanto a investigación, pero está en la posición 40 en lo que se refiere a presupuesto: "Es casi un milagro", concluyó, recordando que la financiación de la universidad balear está por debajo de la media estatal.

Así, el rector ha recordado la eterna lucha de la UIB para que la inversión por estudiante en Baleares (5.272 euros) se equipare a la media nacional (6.480 euros).

También ha insistido en su petición de que la transferencia nominativa del Govern (que en 2017 ha sido de 59 millones) cubra todos los gastos de personal (que este año ha sido de 63,4 millones).

No todas las reivindicaciones fueron para el Govern. El rector mostró su apoyo a Francina Armengol en el camino político iniciado para lograr un nuevo modelo de financiación autonómica para, entre otras cosas, aumentar la cantidad destinada a becas para las islas. Tachó de "injusticia" que en Baleares el Estado invierta 12 euros por estudiante mientras el promedio estatal es de 28 euros por alumno.

El rector avanzó que durante este curso se crearán distintos grupos de trabajo y comisiones para tratar temas como la celebración de los 40 años de la institución en 2018 o el futuro de la Universitat. Para trabajar este aspecto se designará un comité en colaboración con el Consell Social: "La universidad española en general y la nuestra en particular necesitan una profunda revisión a medio y largo plazo, del sistema de gobierno a la contratación".

Como novedad para este periodo académico, Llorenç Huguet mostró su confianza en que el título propio de Dirección Hotelera Internacional pueda culminar los pasos para convertirse en grado.

En su turno en el atril, la presidenta Francina Armengol se erigió como la defensora de un sistema público de educación que debe" ser protegido" ya que durante la crisis ha sido "campo de batallas ideológicas" con los recortes y privatizaciones. Recordó que este curso se iniciarán las obras del Edificio Interdepartamental II para acoger los estudios de Ciencias de la Salud, cofinanciadas con Fondos Feder. Sobre las peticiones de más inversión, Armengol respondió recordando que en dos años han aumentado su transferencia más de un 10% y anunciando que ya en 2018 la Universitat podrá recibir partidas suplementarias por objetivos.

Ahora que la exigencia del catalán para el personal sanitario está siendo debatido en el seno del Govern, la presidenta quiso mencionar su "defensa firme y clara" de la lengua catalana.

Armengol también aprovechó su discurso para aplaudir la "perseverancia" de Sintes y ponerla como ejemplo de los buenos frutos que puede dar un buen sistema público de enseñanza.