La conselleria de Educación quiere tener diseñada y lista la próxima convocatoria de oposiciones de 2018 antes de que acabe el próximo mes de octubre.De momento, el conseller March anunció ayer que probablemente se ofertarán "entre 800 y 1.000 plazas".

Además de mantener las pertinentes mesas sectoriales con los sindicatos, antes de lanzar la convocatoria el departamento autonómico quiere coordinar su oferta pública de empleo con la de Cataluña y la Comunidad Valenciana para evitar el "efecto llamada".

Ayer finalizó el plazo para presentar reclamaciones sobre la convocatoria de oposiciones que han tenido lugar este verano, las primeras desde 2011.

Aparte de las quejas que se registraron durante las pruebas ante los propios tribunales, una vez concluidas las oposiciones un total de 22 opositores han decidido continuar adelante y han interpuesto una reclamación formal ante la conselleria de Educación, que ahora, a través de la dirección general de Personal Docente, tiene tres meses para analizar las quejas y contestar.

Quejas de un 2%

Martí March valoró que la cifra "entra dentro de la normalidad" dado que representa un 2% de disconformes de un total de 1.728 opositores, según quiso destacar.

El conseller agradeció de nuevo su labor a los presidentes de los tribunales, quienes han confeccionado un informe sobre cómo ha transcurrido el proceso. March señaló que además se ha creado un comisión de seguimiento conformada por inspectores.

El objetivo es detallar cómo ha transcurrido este primer concurso-oposición de la legislatura, convocado tras seis años en blanco. El objetivo, según el conseller de Educación, es detectar si algo ha fallado y modificarlo "para que las próximas oposiciones se hagan mejor".

Admitió las críticas recibidas el pasado curso por haber hecho pública la convocatoria en el último momento, pero argumentó que estaban pendientes del Gobierno central (que tardó en aprobar los Presupuestos Generales) para poder anunciar el máximo número de plazas "con garantías jurídicas" y sin miedo a que posteriormente fueran impugnadas.

Respecto al tipo de reclamaciones, el conseller indicó que "la mayoría" son por disconformidad con la nota y aludió también a alguna cuestión de la parte práctica en ciclos sanitarios de FP.

March recordó que la veintena de aspirantes que han presentado una reclamación también tienen la opción de ir más allá y presentar un recurso contencioso-administrativo si lo desean, un proceso que podría incluso derivar en la repetición de las pruebas de alguna especialidad.

En las oposiciones realizadas este verano se ofertaban 257 plazas y se presentaron 1.728 aspirantes. Un tercio de las plazas han quedado sin cubrir y el 90% de las que se han adjudicado las ocuparán profesores que ya estaban ejerciendo de interinos.

En esta primera convocatoria de plazas públicas ofertadas durante esta legislatura, Educación quiso priorizar las especialidades y los puestos de más difícil cobertura (como enseñanzas de FP; artísticas o de música). En algunos casos hacía más de diez años que las plazas no salían a oferta pública.