Poco más de dos años después de asumir el cargo, lo abandona para incorporarse a uno de los gigantes del sector turístico. Inmaculada Benito dejará en menos de un mes la presidencia ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca para pasar a formar parte de la lista de altos cargos del Grupo Iberostar. De momento, el principal aspirante para darle el relevo de forma provisional es el vicepresidente primero de esta patronal y representante de la asociación de Platja de Muro, Gabriel Llobera.

El calendario que se abrirá a partir de ese momento, según fuentes de esta organización empresarial, deja a la asamblea un plazo de seis meses para la convocatoria de unas nuevas elecciones.

La opinión más extendida en el sector es que la formula utilizada en su momento con Benito y que obligó a modificar los estatutos de la federación, como es la de la presidencia ejecutiva (ella no es hotelera, lo que implica que cobra un salario por el desarrollo de esta labor) no va a tener continuidad, y el nuevo máximo responsable de está patronal sectorial, la más poderosa de las islas, volverá a ser un empresario de la industria del alojamiento.

Cargo ejecutivo

La inminente marcha de Inmaculada Benito se ha negociado con suma discreción (muy pocas personas conocían durante la mañana de ayer su decisión de dar un giro a su carrera profesional), y se apunta que su destino en Iberostar será un cargo ejecutivo como adjunta a Aurelio Vázquez. Eso supone seguir los pasos del anterior presidente de la federación hotelera y su principal valedor.

Hay que recordar que fue con Aurelio Vázquez al frente de la patronal cuando Benito dejó la gesrencia de la federación hotelera para situarse como vicepresidenta y acceder luego a la presidencia. Vázquez es actualmente director ejecutivo (CEO) para Europa, África y Oriente Medio del Grupo Iberostar.

Inmaculada Benito se puso al frente de la federación hotelera pocos días antes de que las elecciones autonómicas de 2015 dejaran el Govern en manos de un pacto de izquierdas, y durante este tiempo algunos de sus principales frentes de batalla han sido los relacionados con la oposición de este sector a la creación del impuesto turístico actualmente en vigor (el Govern anunció ayer mismo que va a duplicarlo a partir del próximo año) y para exigir que se mantuviera la prohibición del alquiler turístico para las viviendas plurifamiliares.

En relación a este último tema, nada más llegar al cargo Benito ya advirtió de que la comercialización de estos inmuebles para el alojamiento de los visitantes iba a generar importantes tensiones en el mercado inmobiliario de las islas, con conflictos de convivencia y una mayor dificultad para que los residentes pudieran acceder a una vivienda.

Además, su mandato ha coincidido con algunos de los años de mayor inversión por parte del sector hotelero para la modernización de sus establecimientos en el archipiélago, y durante los últimos meses ha encabezado las negociaciones con el actual Govern para que los hoteles que se rehabiliten a partir de ahora sigan contando con algunas ventajas, una vez desaparecida la posibilidad de aumentar alturas y plazas.

El convenio que viene

Durante su etapa de vicepresidenta ejecutiva, Inmaculada Benito encabezó la negociación del convenio de hostelería que se suscribió en 2014 y que contempló subidas salariales de un 1,25% anual entre ese ejercicio y el actual. Eso supone que en 2018 debe negociarse un nuevo acuerdo entre patronales (también participarán las de restauración y salas de fiestas) y los sindicatos UGT y CCOO.

Nadie oculta que estos contactos se prevén notablemente tensos, ante la pretensión de los representantes de los trabajadores de obtener importantes incrementos salariales a la vista de la elevada rentabilidad conseguida por las empresas del sector durante los últimos años. Y esta negociación recaerá ya en el próximo presidente de la federación hotelera.

Igualmente, la presidenta saliente ha jugado un papel muy activo a la hora de negociar con los diferentes Gobiernos autonómicas los cambios que se han venido desarrollando durante los últimos años en materia de legislación turística, y ha sido uno de las impulsores de la transformación de su patronal en un lobby (grupo de presión), siguiendo el modelo norteamericano.