El Boib publica hoy una resolución del director general del Ibsalut, Juli Fuster, por la cual se dispensa de los conocimientos de catalán exigidos, el B2, para el acceso a plazas de médicos, enfermeros y farmacéuticos.

La resolución ha sorprendido a Més, socios del PSOE en el Govern, que ha pedido explicaciones y el informe del director de Recursos Humanos y Relaciones Laborales del Servei de Salut que justifica la decisión de dispensar de los requisitos de calacitación lingüística a estos profesionales.

La Ley de la Función Pública prevé que se puedan establecer excepciones en la obligatoriedad del conocimiento del catalán en la administración autonómica cuando la prestación asistencial pueda por ejemplo resultar afectada por la insuficiencia de profesionales, algo que está previsto para casos excepcionales, según recuerda Més, que resalta que, por ejemplo, en enfermería hay 1.500 aspirantes para 394 plazas, que necesitaban el B2, de acuerdo con los datos aportados recientemente por el STEI.