La Conselleria de Medio Ambiente confirmó que los restos de un aparejo hallado en el nordeste de Mallorca hace unos días, con dos tortugas marinas muertas, son de una red de deriva usada recientemente, un sistema prohibido en aguas de la Unión Europea desde 2002, hace 15 años.

El pasado 14 de agosto, la Guardia Civil localizó en la Font de sa Cala un trozo de red con dos tortugas marinas jóvenes enredadas en ella y muertas. Los técnicos del Servicio de Recursos Marinos sospecharon que dicha red no era un aparejo de pesca convencional y que podía tratarse de una red de deriva. Técnicos de la Dirección General de Pesca y Medio Marino inspeccionaron los restos y confirmaron que la red localizada era un trozo de red de enmallada de deriva, destinada a la captura de grandes peces pelágicos-

"La reaparición de estas artes de pesca preocupa por las consecuencias medioambientales y de conservación de los recursos pesqueros pelágicos que comporta", aseguró la Dirección de Pesca.