El departamento de Seguridad Alimentaria aconseja a los hoteleros ser "muy puntillosos" con sus registros y programas en este ámbito para blindarse y poder defenderse en caso de ser víctimas de una falsa denuncia por intoxicación alimentaria.

Esta es la recomendación que hace Margalida Buades, la directora del citado departamento de Salud Pública, ante el alud de falsas denuncias por intoxicación que muchos turistas británicos presentan con afán de ser indemnizados y ahorrarse así el dinero de sus vacaciones en Mallorca.

Las denuncias son presentadas en el Reino Unido cuando estos turistas vuelven a su país de origen, por lo que los inspectores del Govern en principio no acuden a estos hoteles, pero lo que sí hace este departamento es recomendar a los establecimientos hoteleros que sean muy escrupulosos documentando sus programas de seguridad alimentaria, anotando cualquier mínima incidencia y detallando y revisando con asiduidad si el proceso de limpieza es adecuado: "Luego podrán usarlo para defenderse ante las denuncias", razona Buades.

Haber superado las inspecciones sanitarias juega a favor de los hoteleros que tratan de desmontar las denuncias falsas.

Los técnicos del departamento de Seguridad Alimentaria recuerdan que en el caso de los hoteles que ofrecen 'todo incluido', los clientes que presentan denuncias falsas usan el argumento de que todo lo que han consumido durante su estancia en Mallorca ha sido cocinado en el hotel, con lo que no pueden haberse intoxicado en otro sitio (algo realmente difícil de probar).

El nivel del fraude es tal que supone un coste de 50 millones al año a los hoteleros mallorquines. Y es una estafa organizada: ya existen 'profesionales' dedicados a captar a futuros denunciantes, indicándoles que lo único que deben hacer si quieren ahorrarse el coste de sus vacaciones es comprar en una farmacia Imodium, un medicamento que no precisa receta y que se usa para tratar dolores intestinales, intoxicaciones o digestiones pesadas.

Estos captadores se llevan hasta un 60% de las indemnizaciones en los casos en que los tribunales británicos estiman que el cliente, además de recibir el dinero gastado en las vacaciones, también debe recibir una compensación.

Un solo hotelero, tal y como adelantó Diario de Mallorca, ha denunciado ante la Policía Nacional un fraude por falsas denuncias que en un solo año le supusieron pérdidas de cuatro millones.

Durante el 2016 casi 800 turistas presentaron reclamaciones por supuestas intoxicaciones en sus tres hoteles (las reclamaciones en el establecimiento son el primer paso, después presentan las denuncias pertinentes en Inglaterra). Los demandados son los touroperadores ingleses, que son condenados a pagar indemnizaciones, que a su vez hacen pagar a los hoteleros mallorquines.

En su denuncia, este empresario recuerda precisamente que todos sus hoteles han superado todas las inspecciones de Salud Pública así como las pruebas de calidad que realizan los touroperadores, que además, pese a las reclamaciones, siguen mandando allí a sus clientes.

En este caso, los investigadores ven claros indicios delictivos en los hechos denunciados por el hotelero.