“Quieres pasar las vacaciones gratis en Mallorca”, preguntan los captadores de los bufetes británicos a turistas alojados en hoteles de la isla para animarles a reclamar a sus touroperadores por inexistentes intoxicaciones alimenticias. Según cifras facilitadas por la patronal hotelera el fraude, que ahora se investiga penalmente en los juzgados de Vía Alemania, cuesta a los hoteleros mallorquines 50 millones.

Imaginen la escena, que se las trae. Verano. Mallorca. Zona de turismo inglés. Junto a la entrada de un hotel, el comercial de un bufete de abogados británico se aproxima a unos turistas de habla inglesa. Les pregunta cómo están. Qué tal las vacaciones, de dónde sois, cómo va eso. Small talk, que dicen ellos. Tonteo, que se dice por aquí. Luego el comercial desconocido y dicharachero deja caer a los compatriotas viajeros que si se sienten mal o les duele algo las vacaciones les pueden salir gratis. Y si no, también. Basta demandar. No hace falta que paguen nada si no hay indemnización: solo es preciso que se acerquen a la farmacia de la esquina y pidan Imodium, un medicamento que no precisa receta y se usa para tratar dolores intestinales o cuando hay intoxicaciones y digestiones pesadas.

Los turistas se apuntan: vacaciones gratis en Mallorca. Compran el fármaco, y hasta otro rato. Meses después, a veces años, el touroperador que trajo a esos turistas le descuenta al hotel el coste de lo que han reclamado ante la Justicia británica por una falsa intoxicación en Mallorca. El hotelero paga las vacaciones del turista caradura, y por el camino llena los bolsillos de los abogados que asaltan turistas a la puerta del hotel.

Los hoteleros han llegado a fotografiar furgonetas con el rótulo de estos cazadores de reclamaciones (Claim Farmers, en inglés), apostados a la puerta de establecimientos. Hace unos años se daban casos aislados, pero ahora los bufetes de abogados han extendido su estrategia gracias a redes sociales como Facebook y a un engranaje comercial que desplaza a la isla a profesionales británicos en busca de falsos perjudicados por los hoteles de Mallorca.

La Justicia inglesa ha empezado a poner coto al masivo fraude y ya ha condenado a algunos reclamantes por presentar falsas alegaciones.