Hacienda no ha encontrado, de momento, indicios de que en el Grupo Cursach, el holding del ocio, restauración, gimnasios y establecimientos hoteleros propiedad del magnate de la noche encarcelado Bartolomé Cursach, se hayan cometido delitos fiscales.

Inspectores de la Agencia Tributaria están colaborando con la Policía Nacional, la fiscalía y el juzgado de instrucción 12 de Palma en las pesquisas del llamado caso Cursach, una presunta trama de corrupción empresarial de policías locales, políticos y otros funcionarios municipales.

Una de las líneas de investigación que se ha seguido es la de analizar las cuentas de las distintas sociedades del Grupo para determinar si se hubiera defraudado a Hacienda por más de 120.000 euros.

Los investigadores sospechan que el holding ha manejado en los últimos años una gran cantidad de dinero negro, producto de la venta de entradas y consumiciones en sus frecuentadísimos locales nocturnos.

Tributación conjunta

Los locales de Bartolomé Cursach son mayoritariamente discotecas que en temporada alta reciben (o recibían en el caso de BCM) miles de visitas. De hecho, según información facilitada por la propia compañía, Grupo Cursach empleaba cada año a unos 1.700 trabajadores en temporada alta y movía alrededor de 1,5 millones de clientes al añoa través de sus cuatro divisiones de negocio: Cursach Hotels, Cursach Entertainment, Cursach Wellness y Cursach Restaurants.

Hacienda ha rastreado las finanzas del holding y no ha hallado anomalías que pudieran ser constitutivas de delito. Al parecer, el grupo hacía declaraciones conjuntas al Fisco y las pérdidas de algunos negocios eran compensadas por las ganancias de otros establecimientos.

La propia compañía ha informado que una de sus discotecas, la clausurada por orden municipal BCM, tenía el año pasado unos ingresos diarios de casi 37.000 euros.

En la webdel Grupo no aparecen datos sobre la facturación, que se presume era millonaria. Bartolomé Cursach, el creador y propietario de este Grupo, se enfrenta a acusaciones por un rosario de delitos, entre los que destacan el homicidio, el narcotráfico, la corrupción de menores, el tráfico de influencias, el cohecho y la pertenencia a una organización criminal.

Queja contra un letrado

Por otro lado, un letrado defensor desmintió ayer a un testigo protegido respecto a que éste hubiese formulado una queja contra él en el Colegio de Abogados. Según el defensor, en el Colegio le han informado de que no existe ninguna denuncia contra él por parte del testigo, que acusa al jurista de insultos homófobos.