Balears se juega su futuro financiero, la calidad de sus servicios públicos y la competitividad de sus empresas en los próximos meses. De ahí el informe elaborado por el Govern para el ministro Montoro: esos 5.000 millones de deuda histórica del Estado con Balears (acumulada en quince años con dos modelo de financiación discriminatorios) son el punto de partida de una negociación que, según explica la consellera de Hacienda, girará en torno a tres ejes muchas veces confluyentes. De un lado esta esa deuda por la financiación, de otro aparecen las conversaciones para activar un

De todo ello han hablado al ministro Montoro y el presidente Rajoy con la consellera Cladera y la presidenta Armengol, que detectan en Madrid disposición a facilitar avances. La condonación sería uno de ellos, dice Cladera, que desea que los 5.000 millones de infrafinanciación sean compensados por el Estado con el perdón de parte de los 5.835 millones que deben las islas en créditos del propio Gobierno central. "En esto no podemos ceder, deben condonarnos la deuda. Montoro hace un año decía que era imposible, pero ahora está abierto a que lo negociemos con el resto de autonomías. Creemos que esta condonación puede ser parte de la reforma del modelo de financiación ", razona Catalina Cladera, que recalca la "injusticia de que la comunidad más solidaria soporte el lastre de una carga financiera derivada de un sistema de reparto que castiga a Balears". "Tenemos el déficit controlado e indicadores de una Hacienda pública saneada, pero no podemos reducir la deuda igualmente por esta anomalía en el modelo de reparto", zanja.