Ahora el terrorismo se previene con bolardos, jardineras y vallas de hormigón: lo que sea para impedir la irrupción de vehículos en zonas peatonales muy frecuentadas. Después del atropello masivo sufrido en las Ramblas de Barcelona, las ciudades españolas reaccionan y protegen sus arterias peatonales con bolardos, jardineras y vallas de hormigón.

En Palma ayer se adoptaron medidas de contención para evitar que vehículos puedan irrumpir en calles, plazas y paseos peatonales y por los que cada día pasan miles de personas, como son Sant Miquel, Plaza de España o el Passeig des Born.

Al principio de Sant Miquel, una de las principales y más abarrotadas arterias comerciales de Ciutat, operarios de Cort colocaron ayer varias jardineras. En Porta Pintada (el tramo peatonal que une la Plaza España con Oms y Sant Miquel) se instalaron vallas de hormigón (New Jersey), como las que ya se han utilizado en otras ocasiones para eventos multitudinarios como la cabalgata del día de los Reyes Magos, procesiones de Semana Santa o conciertos. Los turistas que por allí pasaban observaban con curiosidad las maniobras y alguno preguntó para qué eran las barreras: "Security", era la respuesta que obtenían.

Según fuentes a las que tuvo acceso este diario, estas vallas se han adoptado de forma preventiva y provisional y se buscarán otros dispositivos de contención "más estéticos" que las barreras New Jersey.

En el Born, paseo peatonal emblemático del centro histórico y con varias terrazas en su centro, se pusieron jardineras.

Desde el ayuntamiento de Palma se informó además que hace un mes, y también por prevención, se cambió el sentido de la circulación del tramo de la conocida como calle del Jamón (oficialmente: calle Pare Bartomeu Salvà) comprendido entre la calle Canyes y Fra Joan Llabrés. Esta medida se adoptó hace un mes a raíz de una petición de la Policía Local por una cuestión de seguridad.

Pese a las medidas adoptadas desde Cort, Antoni Noguera, alcalde de Palma, lanzó un mensaje ayer de tranquilidad y pidió "no crear alarmismos": "Palma es un destino seguro", aseveró. Ciutat se ha unido al dolor de Barcelona decretando tres días de duelo, lo que se ha traducido en la suspensión de distintas fiestas y actos (como el Cinema a la Fresca de hoy y mañana; y actividades para jóvenes previstas en Can Pastilla y Son Roca para este fin de semana); las banderas a media asta y crespones negros en los autobuses.

La delegada del Gobierno, Maria Salom, valoró ayer el trabajo de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local y razonó que la colocación de bolardos y la adopción de otras posibles medidas antiterroristas es un tema que "hay que dejar en manos de los profesionales, que son los que saben dónde es más conveniente y dónde menos y no los políticos".

En el aeropuerto y en algunas calles se apreció ayer una notable presencia policial, aunque la delegada de Gobierno recordó que no se han desplegado más efectivos ya que el nivel de alerta no ha variado y de momento se mantiene en 4. Hoy tiene lugar una reunión en Madrid entre la cúpula de interior y Fuerzas de Seguridad del Estado para determinar si se eleva el nivel de alerta a 5 (el máximo), lo que podría suponer incluso la movilización del ejército para desarrollar labores de vigilancia.

Desde el departamento de prensa de la Jefatura de Palma se confirmó que aunque la percepción social sea de una mayor presencia policial, ayer no hubo un mayor despliegue, si bien puede que se "hayan intensificado algunos controles".