Las conselleries de Salud y de Trabajo van a poner en marcha a partir del próximo año la contratación de personal sanitario que, desde centros ubicados en algunas zonas turísticas de las islas, como la Platja de Palma, van a tratar y hacer un seguimiento de los problemas de salud de las camareras de piso. El objetivo es analizar los problemas derivados de las sobrecargas de trabajo que este colectivo padece y elaborar los informes necesarios para que éstos sea reconocidos finalmente como enfermedades profesionales, con las ventajas que ello conlleva, por ejemplo, a la hora de recibir una prestación por invalidez.

La idea con la que se trabaja es que el presupuesto de 900.000 euros fijado para desarrollar esta iniciativa entre 2018 y 2020 salga de la recaudación obtenida a través del impuesto sobre el turismo sostenible, aunque dado que todavía no se han aprobado los proyectos a financiar a partir del próximo año, se garantiza que, en cualquier caso, estos fondos serán aportados por los dos departamentos autonómicos antes señalados. Es decir, que se trata de un trabajo que se va a llevar a cabo independientemente de que pueda ser financiado de uno u otro modo.

La iniciativa parte de la conselleria de Salud, ante la evidencia de que se trata de un grupo laboral extremadamente vulnerable y altamente feminizado, afectado por más problemas osteomusculares, más dolor crónico y más bajas laborales, lo que implica una peor calidad de vida que el resto de mujeres de la misma edad.

El plan diseñado por el citado departamento, que además va a contar con el respaldo del de Trabajo, es contratar a técnicos superiores, enfermeras y fisioterapeutas (en principio se apunta la formación de un equipo de diez personas) que desde diferentes centros de salud existentes en zonas turísticas isleñas ayuden a estas mujeres y hagan un seguimiento de sus problemas. Pero además, según destaca la directora general de Trabajo, Isabel Castro, se va a ir más allá a lo largo de esos tres años: se van a elaborar sistemas de prevención y protocolos para que la forma de trabajar de estas mujeres no sea lesiva para su salud y, lo que tiene una especial relevancia, se va a elaborar la documentación necesaria para reclamar que al catálogo de enfermedades profesiones se incorporen los trastornos musculoesqueléticos que las afectan.

Los datos facilitados por la Dirección General de Trabajo para justificar esta iniciativa son reveladores: cuando se analizan los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales comunicados por las Mutuas en relación al sector de la hostelería, se observa que el código de empleo que agrupa a la mayor cantidad de estos incidentes es el 92, que corresponde al personal de limpieza, donde están encuadradas las camareras de piso. Además el 38,7% de las bajas laborales que se dan en los establecimientos hoteleros se relacionan con el citado código.

Desde este departamento se recuerda además que, a instancias de una propuesta del Parlament, se está poniendo en funcionamiento la Unidad de Enfermedades Profesionales, en la que uno de los pilares básicos para su correcto funcionamiento será la información que el Sistema Público de Salud facilite sobre las patologías que puedan sufrir los trabajadores y que estén relacionadas con el ámbito laboral.

Un problema balear

Todas estas actuaciones están relacionadas con un problema más general y que incide de forma especial en Balears, como es el de la siniestralidad laboral. Las islas son la comunidad autónoma con la tasa más alta de accidentes, y además es una de las zonas del país donde ésta más creció durante el pasado ejercicio.

Este aumento se sustenta en la evolución de los accidentes leves, que son los que mayoritariamente afectan a las camareras de piso y que en muchos casos están relacionados con los sobreesfuerzos que se deriva de las elevadas cargas de trabajo. Porque en el caso delos graves, muy graves y mortales, durante 2016 se dio un descenso de este índice en relación al año anterior.

Otro dato aportado por la conselleria de Trabajo es que el mayor número de los siniestros laborales se da entre los trabajadores que llevan en su puesto un corto periodo de tiempo, y en este sentido hay que recordar la fuerte temporalidad que se da en las contrataciones que se realizan e el archipiélago.