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Entrevista

Rafael Gallego: "Los vándalos de Arran son muy cercanos a Biel Barceló y Ada Colau"

Rafael Gallego culpa al vicepresidente del Govern balear de las protestas contra el turismo: "Tiene en su mano pararlas igual que las inició"

Rafael Gallego en un momento de la entrevista. guillem bosch

-¿Cómo hemos llegado a esta situación?

-Lo venimos viendo desde el verano de 2016 en Cataluña y Balears, y en particular en Barcelona y Palma. Estamos hablando de ciudades, que es donde se están produciendo este tipo de situaciones.

-¿Ayuda el turismo de borrachera a que se prodiguen las protestas?

-No, esto no tiene que ver con situaciones que se producen en Magaluf, Benidorm o zonas de la Costa Brava, donde más se concentra ese turismo conocido como de borrachera; tiene que ver con el turismo urbano.

-¿Qué motivo tienen entonces para surgir?

-Coincide que se producen en dos lugares donde gobiernan partidos populistas de la línea de Podemos y que están haciendo política con el turismo.

-¿De qué manera?

-El año pasado ya nos manifestamos advirtiendo de que determinado tipo de declaraciones, como las que hacía el conseller de Turismo de Balears, casualmente hablando de masificación y perjuicios de la actividad turística, o en Barcelona la alcaldesa, Ada Colau, y parte de su equipo, no iban a traer nada bueno. Será casualidad, que es algo en lo que no creo, pero empezaron entonces a aparecer pintadas en ambas ciudades en contra de los turistas. En la última semana de agosto de 2016, un grupo de turistas sufrió un intento de agresión en un barrio de Barcelona; les arrojaron vasos de cristal. "Las pintadas contra turistas empezaron después de unas declaraciones de Barceló sobre masificación"

-¿Cree que las palabras y las actitudes de los políticos provocan estos hechos?

-Ya advertimos de que había que tener cuidado, que ese tipo de declaraciones podían provocar la escalada que hemos visto este año. Hace semanas en Palma vimos la invasión de unos barcos de recreo que estaban atracados en el puerto y la entrada de unos descerebrados en un restaurante de la zona del centro de la ciudad con bengalas marítimas, cuyo uso está prohibido por peligroso, y arrojando confeti. Si en un momento determinado estas situaciones se volvieran a repetir, podría ser algo más grave. No estamos libres de que cualquier descerebrado de estos pueda agredir a un turista o de que estos se defiendan y todo acabe en una batalla campal.

-¿Defiende entonces que el origen es político y no social?

-Esto viene muy enfocado por unos partidos que tienen un toque populista y que lo que quieren es sacar un rédito político. La semana pasada veíamos protestas también en el País Vasco, en las fiestas de San Sebastián, protagonizadas por miembros de Sortu, que no dejan de ser los cachorros de la antigua Herri Batasuna. En el caso de Barcelona y Palma de Mallorca, es Arran el que lidera las protestas, un grupo ligado al independentismo catalán. Lo intentaron en la Comunidad Valenciana, pero allí los políticos, en concreto el presidente, Ximo Puig, a diferencia de los de Barcelona y Mallorca, salió en defensa del turismo, y eso algo que alabamos.

-¿Dónde está el rédito de esas acciones?

-Esos partidos entienden que cuanto peor nos vaya a los trabajadores, mejor les va a ir a ellos. El año pasado me hicieron una entrevista en las islas y ya me hablaban de 'turismofobia'. Entonces pregunté por los titulares del año anterior, que eran balconing, borracheras..., el caldo de cultivo perfecto.

-¿Hay riesgo de radicalización creciente?

-Absolutamente. Esos señores ya han dicho que van a seguir con sus actos. Insisto, no lo digo yo, son ellos los que lo advierten. El temor, insisto, es que esto acabe en un acto violento contra algún turista que harto de este tipo de situaciones, se revuelva, porque la naturaleza humana es así.

-¿Han faltado rapidez y contundencia para establecer cortafuegos? ¿Se ha tardado en reaccionar?

-En el caso de Balears, al cabecilla del acto de las bengalas le han puesto un multa de 1.500 euros. Alguien me preguntó la pasada semana si el presidente Mariano Rajoy tenía que haber salido antes a atajar la situación. Ya le digo que lo denunciamos desde el verano del año pasado.

-Es decir, sí ha faltado rapidez.

-No voy a eso, porque quien creo que tiene que parar esto son precisamente los que iniciaron el fuego: el partido de la señora Ada Colau y el conseller de Turismo de Baleares, Biel Barceló. Los vándalos que montan estos actos están muy cercanos a ellos. Barceló pertenece a un partido que promueve la independencia de España, pero pro Países Catalanes. Ellos tienen en su mano pararlo igual que lo iniciaron. Viene bien que también el presidente del Gobierno de España y otras instituciones intervengan. Sin embargo, a veces me pregunto si eso no será contraproducente, porque, al fin y al cabo, quienes promueven estos actos van en contra del Estado. Las administraciones más cercanas a los lugares en los que se producen estos ataques y los partidos con ideología más cercana a quienes los ejecutan son los que tienen en su mano pararlos. "El riesgo es que un turista, harto de estas situaciones, se revuelva. La naturaleza humana es así"

-Ha estado estos días en Balears. ¿Cómo lo viven trabajadores y empresarios?

-Con mucha preocupación. No podemos olvidar que se trata de un destino en el que la temporada alta dura tan solo tres meses. El 45% del empleo y de la economía de Balears dependen absolutamente del turismo. Nos encontramos en una situación en la que si esto se radicaliza, en este momento hay destinos que compiten por el mismo tipo de mar y geografía como pueden ser Cerdeña o Córcega e, incluso, Malta.

-¿Hay masificación?

-No. El turismo está creciendo un 10%. Donde antes había mil turistas, ahora hay cien más y, además, en épocas muy concretas. Hemos tenido un año para sentarnos y buscar soluciones a esa supuesta masificación que, a excepción del consejero delegado de TUI, nadie ve.

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