Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Recursos hídricos

Una veintena de acuíferos están contaminados con nitratos y cloruros

El agua de los municipios de Ariany, Costitx, Manacor, Felanitx, Lloret, Sineu y Santanyí no es apta para el consumo - La sequía empeora la calidad: las reservas que estén por debajo del 40% de su capacidad es más fácil que se contaminen

El embalse del Gorg Blau

La sequía y los problemas de abastecimiento de agua son una de las principales preocupaciones de gestores y ciudadanos, en Mallorca y a nivel mundial. Atentos al tema de la cantidad, la calidad del agua pasa a un segundo plano en una isla que ya parece tener asumido que el agua corriente "no es buena". ¿Pero hasta qué punto no lo es?

Las aguas subterráneas son la principal fuente de las islas (el 72% del consumo se abastece de estas reservas). Mallorca cuenta con 64 acuíferos y en catorce de ellos el agua está en "mal estado" por tener un excesivo nivel de nitratos. En 23 reservorios hay contaminación por contener demasiado cloruro, lo que da un gusto salado al agua y cuyo consumo puede ser desaconsejado a según qué niveles para determinados grupos de riesgo.

Según los últimos datos de la conselleria de Medio Ambiente, ocho acuíferos sufren a la vez de exceso tanto de cloruro como de nitrato: los ubicados en Palma, Alcúdia, Sant Llorenç, Felanitx, ses Salines, Santanyí y Campos.

En siete municipios de Mallorca (Ariany, Costitx, Felanitx, Lloret, Manacor, Santanyí y Sineu) el agua no es apta para el consumo, según datos de la Federació d´Entitats Locals de Balears (FELIB) y del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo del ministerio de Sanidad (SINAC).

¿Por qué se considera que el agua no? Porque superan la concentración de nitratos fijada por la Unión Europea (50 mg por litro) para determinar qué aguas pueden consumirse.

Cuando se pasa esta cantidad, Salud Pública recomienda que esta agua no se utilice ni para cocinar si en el hogar hay alguna embarazada; bebés o personas con enfermedades del estómago en tratamiento.

En el caso del cloruro y del sodio, la OMS no fija valores máximos, pero sí señala que al superarse los 250 mg/litro de cloro o los 200 mg/litro de sodio es probable sentir gusto salado y desde Salud Pública se recomienda que no la beban ni la usen ni para cocinar grupos de riesgo (lactantes, hipertensos...).

La directora general de Recursos Hídricos, Joana Maria Grau, explica que por lo general las masas de las zonas costeras se ven más afectadas por las filtraciones salinas y la sobreexplotación; en el Pla padecen exceso de nitratos y en la Serra el peligro son los sulfatos. Esta semana esta dirección general ha hecho pública la sanción de casi 41.000 euros que ha impuesto a un ciudadano de Santanyí por vender el agua de un pozo autorizado para regadío para abastecer a la población de es Llombards, sin permiso y sin control de la calidad del agua. Hacía más de 20 años que esta agua se estaba vendiendo para consumo humano.

Aunque en algunas zonas la calidad ha mejorado mucho (como en sa Pobla, donde se emprendió un arduo trabajo de concienciación con los payeses sobre el uso de sustancias), Garau admite que a nivel social no se le ha dado tanta importancia a la calidad como a la sequía. Y eso que cantidad y calidad van ligados.

Cels García, investigador del grupo de Recursos Hídricos y Cambio Global de la Universitat, confirma que efectivamente la sequía agrava (y agravará) el problema de la calidad: "En el caso de la contaminación por uso agrícola, cuanta más agua haya en los acuíferos, más autolimpieza habrá y menos contaminación". En los reservorios que estén por debajo del 40% de su capacidad, la probabilidad de contaminación es exponencialmente mayor.

Jaume Femenies, responsable del Ciclo del Agua en Emaya, explica que para lograr que el agua tenga una calidad y un sabor aceptables, la estrategia suele ser mezclar aguas de diferentes fuentes y de distintas calidades. El agua más pura es la de los embalses; la de las fuentes de montaña ha estado en contacto con piedra; la de los pozos suele ser la que tiene más gusto de cal y el agua de las desaladoras ha de pasar por un proceso de mineralización.

La mezcla de diferentes fuentes complica que el agua sea buena. Y además están apareciendo "contaminantes emergentes". Concluye: "La cosa no pinta bien". Las infraestructuras "son de hace 40 años" y los acuíferos "están destrozados", advierte: "Están siendo tan esquilmados que entran sales y nitratos".

Joan Carles Verd, presidente de la FELIB, señala que tanto las empresas que suministran agua en los 33 núcleos que tienen privatizado el servicio como los ayuntamientos saben que han de avisar a la población cuando se superan los límites de Salud Pública.

Así lo hacen en su pueblo, Sencelles, cuando detectan un pico de nitratos. En ese momento también pasan a suministrar a las escuelas agua embotellada para que no usen las fuentes. Verd, farmacéutico de carrera, señala no obstante que los límites siempre se fijan con mucha prudencia y aboga por evitar alarmismos.

Fernando Dameto, presidente las Empresas Suministradoras de Agua (APAIB), señala que éste es un problema real y pide que se les tenga en cuenta para elaborar políticas que garanticen un suministro de agua de calidad: "Deberíamos sentarnos todos y hablar de posibles soluciones de futuro". Señala que las estrategias actuales "no son suficientes" y aboga por mejorar la red de distribución y depurar el máximo de agua posible para que pueda ser reutilizada. Critica además que lo que se cobra en la factura no se traduce en una inversión para mejorar la calidad del agua y no hay políticas decididas de saneamiento y potabilidad.

Hidrobal suministra agua a una quincena de municipios y confirman que ante su "malísima" calidad hacen análisis continuos para vigilar los valores de cal, sulfatos y nitratos. ¿Soluciones posibles? Una alternativa son las desnitrificadoras, como la que han habilitado (cofinanciada con dinero público) en es Castell (Menorca). El problema es que requieren una gran inversión, difícil de asumir para un municipio.

Preguntado por el PP sobre este tema, el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, aseguró hace unas semanas en el Parlament que está impulsando "varias acciones" para que toda la isla puede beber el agua del grifo y mencionó el aumento en 130 millones de la partida presupuestaria, interconexiones como la de Maria y Petra y la revisión del Plan Hidrológico.

Compartir el artículo

stats