La Federació Balear de Caza exigirá al Govern compensaciones por no haber podido celebrar ayer la primera prueba del campeonato de Balears de tiro a la codorniz, que debería haber tenido lugar la tarde de ayer en la finca Talapí de sa Pobla y que tuvo que ser finalmente suspendida por la entrada en vigor de la ley de Protección Animal tras su publicación en el BOIB el pasado jueves.

En la finca poblera se concentraron cerca de 150 personas en defensa del mundo rural, "de nuestras tradiciones, de nuestra cultura". Los reunidos anunciaron que preparan una manifestación para el mes que viene en Palma.

El presidente de los cazadores baleares, Pedro Bestard, lamentó que pese a que la prueba contaba con todos los permisos y seguros, que había satisfecho las tasas de la Guardia Civil y que ya se habían comprado los trofeos para los ganadores, se haya tenido que suspender por la entrada en vigor de una norma que, denunció, "no da ningún margen de transitoriedad para su aplicación".

Por ello, aseguró que reclamarán "daños y perjuicios" al Govern por los desembolsos realizados con anterioridad a la entrada en vigor de una ley que prohíbe este tipo de pruebas. Y en un duro comunicado, los cazadores lamentaron que su actividad se esté criminalizando por parte de "entidades que se autodenominan ecologistas y animalistas" con el beneplácito de PSOE, Més y Podem, "los actores de este Govern" que, recriminaron, "no saben escuchar" al mundo rural.

Por otra parte, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) ha aplaudido la entrada en vigor de la ley balear que prohíbe matar toros y los circos con animales y considera que un posible recurso de inconstitucionalidad contra ella "estaría condenado al fracaso". ANPBA califica la ley balear de "referente en materia de protección animal" porque plasma en un texto legal "la imparable corriente social, que aumenta exponencialmente día a día, y que considera impropio del siglo XXI el uso de animales por mera diversión".