La situación que vive Miguel Cañellas es de "emergencia social", según él mismo comenta. Ahora no sabe qué hacer para seguir adelante después de haber tenido que dejar de alquilar vacacionalmente su piso.

-¿Por qué ha tenido que alquilar su piso en Palma

-Hasta hace 4 ó 5 años estuve trabajando de encargado en una empresa de snacks. Por culpa de la reforma laboral, la empresa dejó en la calle tras entrar en concurso de acreedores. Entonces, me quedé en paro, una situación en la que nunca había estado y que, por lo tanto, desconocía. No tenía dinero. Además, el primer mes, no cobré el subsidio del paro por un error burocrático. Estaba en emergencia social. Me mudé a casa de mis padres gracias a que mi hermana los acogió y ellos me dejaron el piso. Pero eso no bastaba, necesitaba ingresos. Lo único que tenía, a parte de mis dos hijos, era mi piso. Pensé en venderlo para conseguir liquidez, pero un buen amigo me aconsejó que no lo vendiera porque es importante tener una fuente de ingresos constante, por pequeña que sea, porque además con cincuenta años iba a ser difícil encontrar trabajo. Así pues, llegué al alquiler turístico por obligación, con el fin de intentar solucionar mi difícil situación económica impuesta por la crisis que a día de hoy aún continúa.

-Ha estado alquilando desde el mayo del 2016 hasta este julio. ¿Cuánto ha ganado?

-Durante este período he conseguido unos 12.000 euros (unos 17.000 euros brutos). Esto se traduce en casi mil euros netos al mes. Menos mal que aprendí a vivir con menos de 600 euros al mes.

-En Palma, los alquileres de larga duración son de mínimo 600 euros al mes. ¿Por qué no ha optado por esta opción legal?

-Mi anterior pareja y yo vivíamos juntos en este piso que hasta ahora he alquilado y ella puso su piso a alquilar. La experiencia fue muy mala. Los inquilinos fueron mala gente y a mí, entonces, me entró miedo de alquilar por larga duración el mío.

-Ahora el Govern le ha notificado unaGovern multa de 6.000 euros

-Sí. Cuando decidí alquilar mi piso a turistas yo ya sabía que era ilegal, pero durante el mayo de 2016 el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, dijo públicamente que regularía el alquiler vacacional. Finalmente ha sido muy diferente a lo que me esperaba. Esta ley turística es comparable con la reforma laboral que me dejó sin trabajo. La primera me quita mis derechos sobre mi propiedad privada, y la segunda me quita mis derechos como trabajador. Entonces, me pusieron la multa de 6.000 euros, por fortuna según la antigua ley, ya que la denuncia se presentó el pasado mayo. Si hubiera sido con la actual hubiera sido de mucho más dinero.

-Cuando se apruebe la zonificación, la ley le permite alquilar su vivienda dos meses al año.

-Contemplo esa opción, igual que debo contemplar cualquier otra. Estoy en una situación de emergencia social. Pero que me dejen hacer esto no me sirve. Lo que de verdad quiero es tener la libertad de decidir qué hacer con mi propio piso.

-Pero esta actividad es ilegal y, además, según algunos expertos, está creando emergencia habitacional.

-Yo quiero mucho Mallorca y no quiero hacer daño a mi isla. Pero igual que yo entiendo que hay una emergencia habitacional, también me gustaría que se entendiera que yo estoy en emergencia social. Estoy en una mala situación y necesito dinero y trabajo, cosa que no encuentro. Esta actividad me dio ambas cosas: unos ingresos mensuales y, sobre todo, dignidad. Trabajé preparando el piso, atendiendo turistas y preparándoles intinerarios para conocer Mallorca. Esto ayuda mucho. Es verdad que el modelo turístico no me gusta y hay que cambiarlo. Se está creando mucha riqueza por el turismo pero eso no se ve reflejado en los trabajadores. Pero bueno, por ahora tengo que dejar de alquilar y seguir buscando trabajo.