Ya es oficial. La prohibición de alojar a turistas en pisos que rige en Balears desde que así lo decidió el Govern Bauzá (PP) en 2012 es desde hoy más clara, con la entrada en vigor de toda la reforma del Govern del Pacto. Así que hoy como ayer el alquiler a viajeros en bloques de apartamentos es ilegal, pero hoy a diferencia de ayer la Conselleria de Turismo empieza a poner multas cinco veces más altas a los propietarios (que se exponen a sanciones de entre 20.000 y 40.000 euros). Lo confirmaba esta misma mañana el vicepresident, conseller de Turismo e impulsor de la reforma, Biel Barceló (Més), que recuerda que las sanciones no son solo duras altas, sino que serán más fáciles de documentar y aplicar con agilidad.

Las nuevas herramientas para perseguir la ilegalidad que implanta la Ley Barceló permiten que a los inspectores les baste con comprobar dos parámetros antes de entregar la multa de hasta 40.000 euros. Primero, si el alquiler es de menos de un mes es turístico, por lo que el propietario del piso solo podrá evitar la sanción si demuestra que lo a quien están alojando por día no es un viajero, sino un inquilino que se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos y por tanto paga la fianza de un mes de alquiler y tiene el contrato correspondiente. Y segundo y más inmediato: cualquier piso que hoy esté anunciado en una web de alojamiento turístico tipo AirBNB o en una agencia de comercialización turística o de touroperación será multado. Automáticamente.

Sólo puede haber turistas en casas y adosados autorizados

Desde hoy en las agencias y plataformas tipo AirBNB solo pueden anunciar las viviendas vacacionales que hayan presentado en Turismo la Declaración Responsable de Inicio de Actividad Turística (DRIAT) y cuenten gracias a ello con un número de autorización. Sin esa matrícula numérica, la actividad es ilegal y por tanto sancionable con hasta 40.000 euros. Y como desde 2012 en Balears solo se dan licencias turísticas en chalets adosados y casas aisladas o entre medianeras (típicas de los pueblos), ningún piso de bloque de viviendas plurifamiliar puede tener a día de hoy licencia turística, con lo que no se pueden anunciar sin multa.

En unos meses, eso cambiará ligeramente: durante un año, los Consells Insulars y el Ayuntamiento de Palma definirán en qué zonas y en qué cantidad admiten nuevos alquileres turísticos. Cuando eso ocurra, se levantará la moratoria de licencias hoy en vigor, y quienes estén dentro de las zonas y tipos de vivienda permitidas, podrán solicitar ese permiso de actividad turística. Entre lo admitido habrá también pisos, claro, y una nueva tipología de alojamiento que crea la Ley Barceló: los propietarios (siempre y cuando estén en zona autorizada) podrán hacer alquiler turístico en su vivienda habitual durante un máximo de 60 días al año.

Objetivo: decrecimiento turístico

Aunque también entonces regirá un límite, que valdrá para todo tipo de alojamientos turísticos, desde el primer hotel al último apartamento: la Ley Barceló crea, por primera vez en la historia balear, un límite máximo de plazas, en el que no hay excepciones. O traducido a números: la regulación congela las plazas actualmente autorizadas, que son exactamente 435.707 en Mallorca (294.163 de hoteles y similares, 92.931 de casas y chalets vacacionales y 5.964 en tramitación). Nunca más podrá superarse esa cifra de 435.707, a la que, por cierto, hoy no se llega: quedan 42.649 por adjudicar, todas ellas integradas en una bolsa de plazas. Esas últimas, esas 42.649, serán como mucho las que se concedan a nuevos alojamientos (hoteles y alquileres) cuando dentro de un año se levante la moratoria.

Y aún hay más: de las plazas ya autorizadas, alrededor de 120.000 se permitieron en base a las excepciones y lagunas que dejaba la Ley Delgado-Bauzá (PP-2012), por lo que a partir de ahora, conforme quienes tienen la licencia renuncien a ella, el Govern eliminará las plazas, que no irán a la bolsa. "Es una medida orientada al decrecimiento turístico: es posible a medio y largo plazo que se eliminen buena parte de estas 120.000 plazas, con el objetivo de tener a la larga un modelo turístico más sostenible. Ahora tenemos un modelo de masas y turismo de solo playa desarrollado durante décadas, que no se cambia de un día para otra. Pero esta ley es una herramienta para hacerlo", explica Barceló, que incorpora este verano a su discurso un mensaje bien distinto al de hace un año, cuando la saturación era algo puntual: hoy, según el vicepresident, Balears vive de "un modelo insostenible, porque ahora mismo el verano balear no admite más turismo". "Si no poníamos límites inmediatos se nos iba a ir más de las manos", zanjaba balear.

Presión a las plataformas AirBNB

El vicepresident y su equipo le han puesto además la proa a las agencias y plataformas que comercializan alquiler ilegal. Según ha explicado la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, se les ha enviado ya a treinta comercializadoras tipo AirBNB un aviso de que entra en vigor la nueva normativa, en la que se contemplan para estas compañías multas de entre 40.000 y 400.000 euros si anuncian viviendas sin autorización de Turismo. Es el primer paso: en las próximas horas se les remitirán además un requerimiento para que las plataformas que anuncian pisos turísticos ilegales retiren su oferta inmediatamente, o se les sancionará. La reclamación se complementa en cada caso con pantallazos y fotos a modo de prueba en los que se observan esos pisos ilegales. "Algunas de estas plataformas ya nos han dicho que se reunirán con nosotros para ver cómo se adaptar, pero no deberían tener problemas, porque se han adaptado en otros sitios".

Hay miedo a las multas: la oferta ilegal se retira

También están retirando a marchas forzadas la oferta turística ilegal las inmobiliarias que se habían reconvertido al turismo. O eso aseguran Barceló y Carbonell, que aclaran que así se lo han dicho las empresas y documentan que en las dos olas de inspecciones turísticas realizadas a este tipo de negocio (una fue en primavera y otra hace unas semanas) se observa una fuerte caída de las sanciones y de los pisos ilegales detectados. En la redada de primavera visitaron 9 inmobiliarias de la isla y abrieron 8 expedientes de sanción tras detectar 330 pisos turísticos ilegales, unas cifras que cambian significativamente en la ola de inspecciones de verano, cuando en 8 inmobiliarias distintas solo detectaron 20 pisos ilegales, una décima parte.

Más inspectores y correo para denunciar

Con la que la inspección funciona, avisa Barceló, que ha hecho un último anuncio: la actual plantilla de quince inspectores turísticos de Mallorca se reforzará con otros cinco en los próximos meses (incremento de capacidad del 30%) a los que se sumarán tres funcionarios adicionales para tramitar expedientes y agilizar multas. Además, el Govern ha habilitado un correo para que los vecinos puedan denunciar el alquiler ilegal (consúltenlo aquí) y pronto habrá un formulario en la web de Turismo para que sea más fácil informar de ilegalidades. Así que las multas ya están aquí, y el infractor lo va a tener difícil para librarse de ellas.