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Los ingleses admiten que envían turismo basura a Mallorca

Los ingleses admiten que envían turismo basura a Mallorca

El millón de lectores del Daily Express londinense se ha alarmado este verano con el titular "Un periodista español ridiculiza a los turistas británicos por recibir palizas en Magaluf". Otro millón de seguidores del Daily Star se encresparon al descubrir en su periódico que había "Indignación por el escritor español que se burla de los borrachos británicos en la zona de guerra de Magaluf". Sin más precisiones, ustedes ya han concluido que el maldito "periodista español" es su seguro servidor. El escándalo en el Reino Unido se refiere a nuestro sesudo videoeditorial que, bajo el título "Un turista vuelve a Inglaterra sin llevarse una paliza", se halla a su disposición en las mejores pantallas.

Pasaré por alto la degradación a "escritor" y la calificación de "español", tan ofensiva como llamar "inglés" a Sean Connery. El texto del Daily Express contiene expresiones más exactas, como "top reporter" ­("reportero con la visión de un topo") o "leading Spanish journalist" ("plomizo periodista español"). Sobre todo, los textos irónicos sobre el vídeo satírico adjuntan medio centenar de comentarios de los lectores. Si pretendían desatar una guerra entre Inglaterra y Mallorca, se han visto frustrados. Los ingleses admiten que nos envían turismo basura. Algunos extractos:

"¿A qué viene la indignación? Es cierto, los ingleses son una vergüenza en el extranjero"

"Los ingleses en el extranjero son una abominación. En casa solo son ligeramente mejores".

"No me sorprende. Estos son los jóvenes votantes que mima el partido Laborista".

"No iría a España ni aunque me pagaran. La paella es asquerosa, huesos de conejo y cáscaras de crustáceos. Sin embargo, eso no disculpa a nuestras clases bajas comportándose como animales en otro país".

"Es simple. Detenedlos, llevadlos ante un juez local, metedles una multa de mil demonios o encerradlos hasta el día en que tengan que coger el avión de vuelta. Después, colocadlos en una lista negra, que les prohíba viajar a España o a cualquier país donde causan problemas. Tema resuelto. Seguro que se quejarán, y qué."

"Lo bueno de los ingleses es su sentido del humor astringente. Es bonito que también lo tengan en otros países".

En resumen, los mallorquines hemos sido los últimos en rendirnos a la evidencia de un turismo de hooligans que avergüenza a sus compatriotas. La industria turística no solo ha trabajado contra Mallorca, sino en contra de sus propios intereses.

En honor de los ingleses, sus turistas no siempre son vergonzosos. No todos los espectadores de la teleserie El infiltrado, inspirada en la novela de John Le Carré del mismo título, advirtieron que el novelista intervino en una breve escena rodada en el restaurante Mediterráneo del Paseo Marítimo de Palma. En el fotograma que hoy nos ilustra, el Tolstoy de los relatos de espionaje a quien odiaban los progresistas, se sienta a una mesa vecina de los protagonistas, Hugh Laurie y Tom Hiddleston, el doble de José Ramón Bauzá. Le Carré llegó, vio y actuó.

En el hospital Gregorio Marañón de Madrid, los nefrólogos Alberto Tejedor, director del laboratorio de Fisiopatología Renal y Alberto Lázaro, director científico, han patentado la cilastatina por su labor de protección del riñón frente a la toxicidad de fármacos. Están a punto de empezar los ensayos clínicos. Me cuelo en La ventana de Carles Francino en la cadena Ser, y por gentileza de Roberto Sánchez efectúo una consulta a ambos médicos:

—Quería plantearles una pregunta bioética. Hemos tenido un caso reciente en Mallorca con repercusión nacional, de una presunta estafa con un medicamento no aprobado, el Minerval. Unos científicos supuestamente lo recetaron sin ser médicos. ¿Ustedes en algún caso se saltarían el procedimiento de acreditación, si un paciente desesperado o un colega en una situación límite les pidiera que le suministraran la cilastatina?

—Si se nos ocurriera hacer semejante barbaridad tendríamos de entrada un problema gordísimo, y es que no podríamos ni siquiera difundir nuestros resultados. Ya no le digo nada de las posibilidades de conseguir nuestro objetivo, de hacer que esto llegue a nuestros pacientes. Es no, en ningún caso. La respuesta a su pregunta es no, en ningún caso.

La nitidez de la "barbaridad" ahonda el descrédito, si ello fuera posible, de los rectores y vicerrectores de la Universitat de les Illes Balears que insisten en minimizar la la conversión de los laboratorios de la UIB en un zoco, donde personal no facultativo suministraba sustancias en fase de ensayo a enfermos terminales. Encima, se presentan como adalides de una labor humanitaria. Es difícil que una institución caiga más bajo sin exigir responsabilidades políticas.

El viernes de la semana pasada, Cristiano Ronaldo, Georgina Rodríguez y su seguro servidor coincidimos a solas durante media hora. Son cosas que pasan en Mallorca. Dado que este encuentro ha levantado ciertas expectativas por las personalidades enfrentadas, trasladaré el breve apunte publicable. Faltaban dos días para la declaración ante la Audiencia. Me presenté como madridista, al igual que hice al señalarle a Ramón Mendoza que "eres el único presidente que reconozco". El delantero portugués está satisfecho de su temporada, pero se halla tan feliz en el Real Madrid como Neymar en el Barça. Y me impresionó el temple de su Georgina.

Reflexión dominical geopolítica: "Europa votaría a favor de la resurrección de Gadafi y de Sadam".

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