La tradición de inscribir a los recién nacidos con el apellido paterno en primer lugar se mantiene en Balears un mes después de la entrada en vigor de la reforma de la ley de Registro Civil, según los datos recogidos por el Ministerio de Justicia.

Así, de los 1.885 nacimientos registrados en las islas entre junio y julio, solo en siete se antepuso el apellido de la madre. En junio nacieron 881 bebés, de los cuales solo cuatro fueron registrados con el apellido materno en primer lugar. Por su parte, en julio hubo 1.005 nacimientos de los que solo en tres casos los padres se inclinaron por esta opción de hacer prevalecer el apellido de la madre que ahora permite la ley.

La tendencia se mantiene a nivel nacional. Así, de los 35.583 nacimientos que fueron inscritos en los Registros Civiles del país en julio, sólo en 193 se antepuso el apellido de la madre, a pesar de que en ese mes echó a andar la reforma que puso fin a la preferencia del apellido paterno por defecto, cuando no hay acuerdo entre los progenitores.

Es más, en el mes de junio, cuando aún se debatía en el Parlamento esta reforma, fueron más los recién nacidos que se inscribieron con el apellido de la madre en primer lugar. En 320 nacimientos, de los 36.420 que se produjeron, los padres se inclinaron por esta opción.

La balanza, por tanto, sigue al lado de los padres y parece que costará tiempo que el apellido de la madre deje de ser relegado al segundo lugar. Y eso que ya en 1999 se reformó la ley para que se pudiera alterar el orden de los apellidos, es decir que se pudiera poner el de la madre en primer lugar si los padres lo consensuaban.

Unos 23.000 menores españoles llevan de primer apellido el de su madre desde que se aprobó esa normativa que permitió a los progenitores, solo si había consenso, invertir el orden tradicional de los apellidos, en el que prevalecía el del padre, según datos de la Dirección General de Registros y Notariado.