Un nuevo caso de amenazas, que sería el tercero relacionado con el caso Cursach, está a punto de llegar a juicio. La vista se celebrará en septiembre, dado que el acusado está en prisión. El juez Penalva sienta en el banquillo a José C., un empleado de un local del entorno de Cursach, que está acusado de amenazar a un trabajador de un negocio de la competencia. El acusado, teniendo vigente una orden de alejamiento, se dedicó a acosar al testigo. El fiscal le pide tres años de cárcel.

Desde que se denunció el acoso que estaban sufriendo determinados negocios, el juez tomó declaración a varios perjudicados, que se convirtieron en testigos del caso. Estas personas han denunciado que han venido sufriendo una persecución de determinadas personas que se sitúan en el entorno de Cursach. Estas denuncias obligaron a la actuación inmediata de la Policía, que detuvo a dos personas. El juez acordó que ninguno de ellos podía residir en Calvià y que únicamente podían acudir a su puesto de trabajo en Magaluf, prohibiéndoles que tuvieran contacto con los denunciantes. Uno de estos dos detenidos, según la fiscalía, incumplió sistemáticamente la orden de alejamiento, por lo que fue arrestado y el juez le envió a la cárcel. Este incumplimiento, que se produjo el pasado mes de junio lo denunció uno de estos testigos, que declaró que le había llegado un rumor en el que se apuntaba que José C. quería contratar a un grupo de nigerianos para que atentaran contra su integridad física. Este testigo afirmó también que el detenido continuó acercándose por su local y que no era cierto que durmiera lejos de Calvià, ya que solía pernoctar en un hotel, alquilando la habitación a nombre de su novia. El denunciante también declaró que mientras circulaba en bicicleta por Magaluf, un coche, en el que viajaba el detenido, estuvo a punto de provocar su caída. También contó que un grupo, encabezado por el acusado, le rodeó frente a su local de Magaluf.