Bartolomé Cursach tuvo que declarar en el juicio contra este exvigilante de seguridad de su discoteca y lo hizo como testigo, a través de un sistema de videoconferencia, desde la cárcel de Alicante, donde se encuentra preso en estos momentos. El empresario se limitó a negar los hechos, es decir, señaló que no conocía de nada a Marian Ciprian (salvo que lo había visto por el locutorio de la cárcel) y, por supuesto que no había contratado a esta persona, ni le había ofrecido dinero, para que asustara al testigo protegido. En la misma línea se manifestó su ejecutivo, Tolo Sbert, quien también está en prisión.

La declaración del empresario fue utilizada por la defensa para dejar claro que no se había demostrado que su cliente había sido contratado por personas próximas al Grupo Cursach para asustar al testigo. Este argumento lo descarta la magistrada, porque considera que la declaración del empresario "era previsible y lógica", dado que no se esperaba que pudiera autoinculparse de un delito al confesar que había ordenado su contratación. Para la magistrada, que Cursach no reconociera esta contratación tampoco demuestra que la única finalidad que buscaba el exportero de Tito's era "intimidar y atemorizar al testigo para que cambiara la declaración contra los integrantes del grupo y se retractara de ello".

No deja pasar tampoco la magistrada la actuación del otro rumano que en su momento estuvo preso y que al final se salvó de sentarse en el banquillo de los acusados. Este extranjero, que también trabajó en la discoteca, salió de la cárcel tras confesar que existía la intención de amenazar al testigo protegido. Por su colaboración se le dejó en libertad, pero el día del juicio contra su compatriota cambió su versión. Negó que Marian le hubiera comentado en prisión las amenazas que le dedicaba al extrabajador de la discoteca. La jueza no se cree este cambio radical de versión y asegura que este testigo mintió. Por ello, ordena que se le abra una investigación judicial para que responda por un delito de falso testimonio.