En el último tramo del pasado mes de julio, desde el día 28, y estos primeros días de agosto, las temperaturas se están mostrando inmisericordes con Mallorca. Y el calor ni siquiera remite por las noches, que más que tropicales (término que se aplica cuando la temperatura mínima no baja de los 20 grados) se están convirtiendo en noches "infernales" en las que conciliar el sueño es una tarea casi imposible.

Y la intensa humedad de estos días tampoco está ayudando ya que incrementa la sensación de calor. La máxima registrada este miércoles en la estación de Palma Portopí fue de 37,1 grados a las tres y veinte de la tarde, hora en la que la humedad relativa del aire era del 45%, según datos facilitados por la delegación de la AEMET en Balears. Pues bien, con estas dos variables, se puede concluir que sensación térmica era en realidad de 44 grados.

Prueba de la volátil y casi impredecible situación en la que nos encontramos en estos días, con una masa de aire cálido africano en capas altas, es que en este mismo punto una hora más tarde, a las cuatro y media, la temperatura había descendido más de 4 grados, hasta los 32,5%. "Habrá entrado brisa marina", concluyó Bernat Amengual, portavoz adjunto de la AEMET en Balears.

Sin embargo, la humedad en el aire subió hasta el 83% y la sensación térmica seguía siendo la misma, de 44 grados, que cuando la temperatura real era más alta.

El portavoz de la delegación de la AEMET en las islas reveló que a las seis y veinte de la madrugada de este miércoles se registró una mínima de 28,9 grados en la estación de Palma Portopí. "Si a lo largo de todo el día, hasta las cero horas, el termómetro no baja de este punto, estaríamos ante la mínima más baja registrada nunca. La anterior, captada en 1999, fue de 27,4 grados. Un hito ya batido la madrugada del pasado lunes al martes cuando la mínima fue de 28,1 grados", destacaba Amengual.

Y a esa hora de la madrugada de este miércoles había una humedad del 85%, lo que convertía a esos 28,9 grados reales en 35 grados "sentidos".

Una mínima de 27,3 en Lluc

Y es que las mínimas registradas este miércoles asustan: 30,2 en Banyalbufar -"En la Serra, cuando hay aire cálido en capas altas, las temperaturas se comportan de forma rara, pueden subir por la noche durante diez o quince minutos y luego volver a bajar", explicó Amengual-; 27,3 en Portocolom; 27,8 en la Colònia de Sant Pere; 27,6 en Pollença o los 27,3 grados de Lluc.

Si en verano lo habitual en un mes de julio es que la mitad de las noches sean tropicales (que no se baje de los 20 grados), en este pasado mes lo han sido 21. De media. Porque en Palma Portopí se han registrado 28 noches tropicales de 31 posibles.

"Sin embargo, este mes de julio no estaba siendo muy caluroso, las temperaturas estaban tan solo un grado por encima de lo habitual. La anomalía ha llegado a partir del día 27 y hasta estos primeros días de agosto en los que las máximas han sido entre cinco y ocho grados por encima de la media y las mínimas de entre 6 y 7 grados más", detalló.

Buena prueba de esta ola de calor es que Baleares registró el pasado martes a las 13.40 horas un nuevo récord histórico de punta máxima de potencia eléctrica por segundo día consecutivo, al lograr los 1.297 MW en el conjunto de las Islas, superando los 1.245 MW del día anterior.

Para la noche de este miércoles Amengual adelanta una mínima de 25 grados en Palma y un descenso generalizado de los valores mínimos en el resto de la isla de entre dos y tres grados. El mismo descenso que se prevé para este jueves en las máximas, que situarán entre los 35 grados de Palma o los 37 de sa Pobla. Para el viernes, pronosticaba otro ligero descenso de las temperaturas que se consolidará durante el sábado y el domingo de manera que la semana que viene el verano mallorquín recupere sus temperaturas habituales: Máximas de 32 a 34 grados y mínimas de veintipocos grados.