Los hoteleros han declarado la guerra al 'turismo basura'. Primero, expulsándo a estos clientes de sus establecimientos por comportamientos vandálicos. Después, apuntándoles en listas negras que se intercambian para que los defenestrados sean vetados en otros establecimientos. Es una estrategia sin precedentes de un colectivo que parece dispuesto a atacar frontalmente las actitudes incívicas que se repiten cada verano en la isla.

Cada lista cuenta con un mismo encabezamiento: "Aviso expulsión clientes incívicos". A continuación se detallan los nombres y apellidos de los vándalos, número de sus respectivos documentos de identidad y su nacionalidad. Al final del documento se notifica la causa de la expulsión. Esos datos circulan de hotel en hotel vía correo eléctronico para que los vándalos no puedan ser realojados en establecimientos de la zona.

En una de las listas negras se informa de la expulsión de nueve clientes por ser "presuntos autores de destrozos en las habitaciones y de arrojar una cama desde el balcón". Todos los alborotadores son de nacionalidad holandesa. Los incidentes tuvieron lugar el lunes 31 y tenían sus habitaciones pagadas hasta el 3 de agosto, por lo que se vieron en la calle antes de tiempo.

Un sillón de piel destrozado

En otra de las circulares que se han intercambiado recientemente los hoteleros se notifica la expulsión de dos ciudadanos alemanesexpulsión de dos ciudadanos alemanes por "arrojar presuntamente muebles desde el balcón". Los hechos también tuvieron lugar el pasado lunes, aunque en este caso no se especifica qué muebles acabaron en la calle. Los dos turistas, que comparten el mismo apellido, tenían reservada su habitación hasta hoy.

La base de datos a disposición de los hoteleros se va enriqueciendo con nuevos nombres. Es el ecuador de la temporada alta y muchos establecimientos han colgado el cartel de 'completo'. En los de zonas problemáticas como Magaluf y Platja de Palma abundan los clientes que vienen en busca de sol, playa y fiesta.

Como, probablemente, los siete turistas expulsados de un hotel por ser los "presuntos autores de destrozos en las habitaciones". Todos ellos de nacionalidad alemana y con reserva hasta el próximo viernes. Sus datos están en poder de los hoteleros de la zona en la que cometieron los actos vandálicos, también el lunes 31, por lo que no lo habrán tenido fácil para encontrar alojamiento en la isla en estas fechas.

La siguiente lista negra da más detalles: "Presuntos autores de arrojar desde la sexta planta un sillón de piel de una plaza". Los tres clientes expulsados también son de nacionalidad alemana y su comportamiento gamberro les supuso abandonar el hotel una noche antes de lo que tenían planeado.

En otra circular se da cuenta de un hecho mucho más grave, aunque no se ofrecen detalles: "Escándalo y presunta agresión a una chica en la playa". En este caso son cinco los clientes expulsados del alojamiento dos días antes de que caducara su reserva.

Una iniciativa sin precedentes

No es la primera vez que los hoteles de Mallorca defenestran a turistas incívicos, pero nunca antes los hoteleros se habían organizado elaborando e intercambiándose listas negras con el objetivo de ponérselo difícil a los alborotadores.

Defienden que han hecho costosas inversiones en sus establecimientos para atraer a sus instalaciones a un turismo de más calidad. Pero lamentan que semejante esfuerzo cae en saco roto porque muchos deciden no volver al comprobar que en la habitación de al lado se alojan turistas de borrachera.

Esta batalla se libra en la Platja de Palma, Magaluf y en menor medida en zonas como Cala Rajada, devaluadas por la presencia, cada verano, de visitantes que empiezan la juerga inmediatamente después de bajarse del avión.

Una buena parte de los hoteleros también culpa al alquiler vacacional de haber atraído a la isla a un mayor número de visitantes de baja calidad. Consideran que muchas de las plazas que se ofertan, tanto las legales como las ilegales, son contratadas por ese 'turismo basura'.