La Comandancia General de Balears ha puesto a disposición de la Comunidad Autónoma sus capacidades humanas y materiales en este ámbito, para lo cual ayer tuvo lugar en el Acuartelamiento Jaime II de Palma la Inspección Inicial de Capacidad (IOC) del módulo de emergencias que ha preparado con la finalidad de ayudar, proteger y apoyar a la población civil ante posibles catástrofes de origen natural, ya sean meteorológicas, sísmicas o de otra índole, o de las provocadas por el hombre, como incendios forestales o contaminación de cualquier tipo.

Según informó la Comandancia, este módulo está supeditado al carácter insular de la Comunidad y ha sido diseñado en colaboración con la Unidad Militar de Emergencias (UME). Permitirá, en un primer momento, disponer de capacidades sobre el terreno, tanto humanas como materiales, mientras se produce el desplazamiento y despliegue de la UME desde su base en Valencia, así como reforzar y complementar las capacidades de esta unidad tras el despliegue.

Las capacidades aportadas por la Comandancia General de Balears van desde favorecer la comunicación entre organismos, transporte y asistencia de personal damnificado, traslados y evacuación de heridos, asistencia sanitaria primaria, tratamiento veterinario, análisis de contaminantes, apoyo logístico de mantenimiento, recuperación de vehículos al movimiento de tierras o análisis de la información.

El módulo incluye la instalación, sobre el terreno, de un centro temporal de acogida a damnificados donde se proporcionaría, en caso de emergencia, una asistencia inicial de alojamiento temporal, alimentación, acomodación y seguridad, para su posterior traslado a otros centros de la administración pública. Estos módulos tienen una disponibilidad de 24 horas durante los siete días de la semana, dentro del Plan Vigilante Balear. La Comandancia destacó que de este modo se materializa su compromiso con las emergencias de la Comunidad Autónoma.