Mallorca ha llegado a registrar sus temperaturas más altas del año estos días, alcanzando el domingo los 40,5º en sa Pobla, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Ayer la máxima fue de 38,5º tanto en Binissalem como en Llucmajor, bajando unas décimas en relación al domingo, cuando en ambas localidades el termómetro superó los 38,7º.

Las otras temperaturas máximas de ayer se dieron en Sineu (38,2º), en la Universitat de les Illes Balears (37,9º), en Santa Maria (37,8º) y en sa Pobla (37,6º). Sin embargo, no hizo tanta calor como el domingo en líneas generales, donde todos estos niveles llegaron a sobrepasar los 38º, superando los 39º en Santa Maria y los 40º en sa Pobla.

Pese al calor, es verdad que en Palma se estuvo un poco mejor, donde el mercurio solo llegó hasta los 34º ayer en el aeropuerto, aunque el domingo registró un punto más llegando a los 35,8º, según la AEMET.

Estos datos sitúan este verano como uno de los más calurosos de la historia de Mallorca. Los 40,5º del domingo en sa Pobla son comparables con los que registró Son Sant Joan en 1983 (40,6º), que podría ser considerado el año con las temperaturas más altas. Es más, durante ese año se llegaron a registrar 43,0º tanto en Pollença como, otra vez, en sa Pobla.

Otras fechas marcadas en rojo en el aeropuerto de Palma son estos dos últimos años, cuando se registraron 39,5º durante 2015 y 39,3º durante 2016, según informó Meteorología.

También es destacable por sus altas temperaturas el año 1993. Esa vez fue Llucmajor la localidad que marcó los números más altos, llegando hasta los 42º.

El resto de la isla también ha registrado estos días temperaturas muy altas, como Santanyí (32,2º), Manacor (36,3º) o Sóller (32,5º).

Poca gente por las calles

Esta ola de calor está teniendo sus efectos entre la población. Ayer al mediodía las calles de Palma permanecían casi desiertas, al menos en las zonas donde más pega el sol, donde los termómetros urbanos llegaron a marcar hasta unos 37º (un fallo típico en los días de mucho calor, cuando estos aparatos se calientan demasiado).

Los complementos más habituales estos días están siendo el abanico, así como la botella de agua para hidratarse. Por otro lado, los mejores refugios no están siendo ni los bares ni las heladerías, que ayer entre las 13:00 y las 15:00 apenas recibieron gente. Ayer fueron pocas las personas que se atrevieron a salir de su casa. Algunos jóvenes encontraron refugio en las sombras de los árboles del Parc de ses Estacions, que también permanció en términos generales bastante desierto.