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Aeropuerto

"Con la capacidad de control actual, no hay margen para crecer más en el aeropuerto"

El director en Balears de Enaire, responsable del tráfico aéreo en las islas, asegura que en Son Sant Joan le han pedido para el año que viene la misma actividad récord de este verano, sin más aumentos - Reconoce que van a ampliar plantilla y operatividad para poder gestionar más vuelos por hora, pero insiste una y otra vez en que no usarán esa capacidad extra para meter más aviones, sino para que sean más puntuales

"Con la capacidad de control actual, no hay margen para crecer más en el aeropuerto"

El aeropuerto ha crecido tanto que se sale de sus costuras. Empezando por quienes las cosen: sus controladores aéreos, cuyo jefe y máximo responsable de los cielos baleares, Antoni Planells, asegura a Diario de Mallorca que ahora mismo no tienen capacidad para más y están trabajando en planes para ganar eficiencia, reforzar puestos y ampliar operatividad, de modo que tanto la torre de Son Sant Joan como el centro de control de Palma puedan prestar su servicio con más agilidad y garantías. "Con la capacidad actual, no hay margen para crecer más en el aeropuerto", afirma Planells, que apunta que trabajan precisamente para elevar su potencial, aumentar plantillas y elevar ya el próximo año la operatividad a 68 vuelos por hora (ahora son 66, con picos no sostenidos de 72), antes de trabajar de cara a 2020 para alcanzar las 80 operaciones por hora que se planean desde hace meses, como adelantó en exclusiva en febrero este diario.

Dicho esto, Antoni Planells aclara rápidamente que ninguna de esas mejoras operativas va a suponer luego más vuelos y más pasajeros en el aeropuerto, como se temen buena parte de la sociedad mallorquina y sus gestores políticos. Según el director de Navegación Aérea de Balears, aunque el control aéreo incremente su capacidad de los 66 vuelos por hora actuales a un rango más parecido al que tiene autorizado el aeropuerto en tierra (80 operaciones por hora, un vuelo cada 45 segundos), la intención de los gestores del aeropuerto (AENA) no es utilizar ese aumento de operatividad en los cielos para meter aún más aviones en la Mallorca de la saturación y el vuelo por minuto. De hecho, Planells detalla que el año que viene el aeropuerto no se plantea crecimientos brutales como los de los últimos años: "AENA nos ha pedido para 2018 lo mismo que este año para el aeropuerto de Son Sant Joan, es decir, la misma capacidad de control para las mismas operaciones".

Que ya son operaciones: después de crecer un 11,2% el año pasado, este verano se ha planificado otro incremento del 11%, hasta los 28,8 millones de pasajeros en 164.000 vuelos previstos este verano. Son Sant Joan habrá pasado así en dos temporadas en las que ha marcado récord sobre récord de programar 22 millones de plazas de avión en vuelos de Mallorca a ofrecer billetes para 28,8 millones de pasajeros. Todo en una isla con menos de un millón de habitantes y preocupada por la masificación humana, en la que el Govern y el Consell de Mallorca hablan abiertamente de situación insostenible y capacidad superada durante muchos momentos del año. Planells, que es ibicenco pero vive desde hace décadas en Mallorca, entiende la intranquilidad (y en momentos de la entrevista parece que la comparte), pero insiste en que las instrucciones que él conoce no hablan de meter más aviones por hora en la isla.

Más plantilla y más picos

Reconoce sin ambages que la idea es aumentar la actual plantilla de 203 controladores (177 operativos) y 142 ingenieros para tener una posición más de gestión del tráfico y "disponer de capacidad adicional para atender picos de actividad". Ese refuerzo, dice, "no implicará más vuelos por hora o que se planifiquen 80. "Cuando alcancemos ese escenario de 80 vuelos por hora (un avión aterrizando o despegando cada 45 segundos), eso no conllevará, en principio, más programación por hora. Es mayor el coste de meter tres aviones más por hora en momentos de punta que rellenar las horas valle que hay todos los días. Esa capacidad extra será para atender picos solo en momentos de necesidad y sin aumento de operaciones por día", insiste.

Es decir, Enaire (la empresa pública dueña del 51% de la sociedad semiprivada AENA, la que hace caja con los aeropuertos españoles) sostiene que va a invertir dinero en mejorar su servicio y aumentar la plantilla, pero en ningún caso lo hará para que AENA gane aún más dinero en Mallorca, donde los beneficios superan cada año los 200 millones (es una estimación a partir de datos de otros ejercicios: desde 2016, AENA no acepta informar sobre los resultados de su aeropuerto más lucrativo, Son Sant Joan, una máquina de hacer dinero que, a diferencia de otras como los aeropuertos de Madrid o Barcelona, ni siquiera está endeudada).

"Entiendo las dudas y sé que la cuestión turística es sensible, pero nuestra intención con las mejoras de operatividad y de plantilla mejorar el servicio para los viajeros y las aerolíneas, y que el control no sea un factor limitante a la hora de dar servicio, por lo que siempre debemos tener capacidad por encima de lo que puedan asumir en tierra", añade el director de Navegación Aérea de Enaire en Balears. Planells concreta que, para ello, han incrementado el equipo en cinco controladores en la torre de Palma (de los que algunos están pendientes de incorporarse aún), y añade que en los próximos llegarán a la isla otros 8 profesionales a torre (gestión de aterrizajes, despegues y tráfico en pista) y 12 más se incorporarán al centro de control (que gestiona las aproximaciones a pista y en general todo el tráfico que sobrevuela los cielos de Balears a menos de 8.000 metros de altitud (300.000 al año).

Y habrá más inversión, afirma Planells, que cuenta también que en los últimos meses han elevado de 30 a 33 vuelos por hora la capacidad de las dos pistas: "Seguiremos mejorando en tecnología y habrá novedades operativas, con lo que podremos controlar más aviones. También vamos a intentar rediseñar la gestión de zonas colindantes con el control de Barcelona para ser más eficientes y aportar fluidez". Y todo eso sin intención de rentabilizarlo haciendo más caja con la Mallorca de la saturación, repite el director de Navegación Aérea, en línea con la versión que desde hace meses repiten la empresa pública Enaire (control del cielo) y su brazo semiprivado AENA (gestión de los aeropuertos): el aeropuerto crece y se preparará para crecer, pero el objetivo es mejorar el servicio, no meter más vuelos y ganar más con Mallorca. Dicen.

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