A finales del pasado mes había 11.854 pacientes esperando ser operados en un quirófano de un hospital público de las Islas una media de 72,41 días y 31.750 esperando ser visitados por el especialista un promedio de 28,25 días, según los datos correspondientes al segundo trimestre del año facilitados ayer por el Servei de Salut.

Estos datos, como admitió Juli Fuster, director general del IB-Salut, son mejorables pese a ser buenos. Y son buenos porque, comparados con los de junio de hace un año, han bajado tanto las demoras medias como el número de pacientes en lista de espera para estos dos procesos asistenciales.

Así, el pasado mes había 198 pacientes menos en lista de espera quirúrgica (12.052 en 2016) que hace un año. Y además esperaban cuatro días menos.

Pero el mejor resultado se da en las consultas externas ya que si hace un año había 50.347 pacientes esperando una media de 63,6 días una consulta con el médico especialista, hace poco más de un mes ambas cifras se habían rebajado: 31.750 personas aguardaban pasar por la consulta una media de 28,2 días.

En términos porcentuales, el número de pacientes pendientes de consultas externas cayó un 37% y la demora media se rebajó en un 56%.

Fuster quiso destacar las importantes bajadas registradas en lo que se refiere a pacientes que esperaban más de seis meses para operarse o más de dos meses para ser visitados por el especialista. En el primero de los casos ha bajado un 28% al pasar de los 877 que esperaban quirófano hace un año a los 630 que llevaban más de 180 días aguardando que les interviniesen el pasado mes.

En el caso de las consultas externas, el número de pacientes que aguardaba más de dos meses ha bajado un 81% (16.647 hace un año frente a los 3.212 de hace un mes).

Las consultas con más pacientes en lista de espera eran, a finales del pasado mes, las de dermatología (4.870), traumatología (4.574), oftalmología (3.225), otorrinolaringología (2.955) y aparato digestivo (1.464).

Estos dos datos le permitieron al director general del IB-Salut adelantar que a comienzos del próximo año, cuando ya no haya ningún paciente que se encuentre en estos tiempos de espera, se reimplantará el decreto de garantía de demora derogado por el Ejecutivo del PP la pasada legislatura.

Como se recordará, esta salvaguarda permite a todo usuario de la sanidad pública balear que lleve esperando más de 60 días una consulta con el especialista o más de seis meses una intervención quirúrgica acudir a la sanidad privada y pasar la factura al Servei de Salut.

Preguntado Fuster por qué esperarán a reimplantar este decreto hasta que no haya ningún paciente en situación de reclamar, el director general argumentó que "el decreto es una garantía y la sanidad privada no podría dar respuesta a estas reclamaciones".

Sobre las intervenciones, como viendo siendo habitual, Fuster diferenció entre los pacientes que esperan por una patología de prioridad normal o baja y los que lo hacen por un proceso oncológico como carcinoma de próstata o cáncer de colon. En estos últimos casos, recalcó, desde la detección hasta la intervención, pasando por todas las pruebas diagnósticas, no pasan más de 19,36 días de media.

Pruebas radiológicas

Por lo que respecta a las pruebas radiólogicas, el director general del IB-Salut reveló que a finales del primer semestre del año había 15.485 pacientes esperando una primera prueba y 33.895 aguardando que les hiciesen una prueba de control.

La espera media en el primero de los casos era de 42,3 días y de 65,2 jornadas en las de control. Sí admitió Fuster que para hacerse una mamografía había que esperar una media de 49,96 días, demora media que aseguró que se reducirá cuando lleguen los mamógrafos que donará la empresa Inditex. Y que para una resonancia magnética había que esperar de promedio 110 días, tiempo de espera que también prometió rebajar cuando se dote de uno de estos aparatos al hospital de Manacor y gracias al instalado recientemente en el Sant Joan de Déu.