La semana que Baleares ha prohibido matar al toro en las plazas, Palma vive una nueva corrida. A falta que la ley entre en vigor en las próximas semanas, el espectáculo de hoy acabará con la muerte del astado. Mientras un centenar de animalistas protesta en el exterior al grito de "asesinos" y pidiendo la abolición de la fiesta, los aficionados taurinos que han acudido al Coliseo balear han recibido a los matadores al grito de: "¡Libertad!¡Libertad".

Y es que los aficionados no son ajenos a que el futuro de la tauromaquia tal y como la conocen peligra en las islas después de que PSIB, Més y Podemos hayan dado luz verde a los 'toros a la balear', sin sangre ni muerte. Sin embargo, se muestran convencidos que, con el recurso anunciado por el Gobierno al Constitucional, esta no será la última corrida que acoge Mallorca.

Cuando entre la nueva ley y hasta que el recurso del Gobierno la suspenda, quedará prohibido matar y herir al toro o que esté más de diez minutos en el ruedo. Las multas serán, por hacerlo, de hasta 100.000 euros, lo mismo que por permitir la entrada de menores. Ahora, las multas por la asistencia de menores de 16 años son de 10.000 euros, algo que no ha impedido la entrada decenas de niños hoy en la plaza de toros de Palma.