"La primera basura que se puede ver en el suelo de Palma o de Barcelona son las colillas de los cigarros", asegura Miquel Garau, el fundador del movimiento ´No más colillas en el suelo´ que lucha contra este problema, que indica que estos restos significan un 30% de la suciedad de las calles.

Garau es un entrenador mallorquín de 32 años que actualmente trabaja en Barcelona y está muy interesado por el coaching medioambiental. Lleva mucho tiempo viviendo la Ciudad Condal y el pasado mes de octubre decidió que no tenía por qué tener que aguantar el gran número de colillas que se pueden observar en el suelo de la capital catalana. Así, montó esta plataforma para acabar con la presencia de los restos de los cigarros.

"La cuestión es que las colillas no son solo suciedad, también son un problema medioambiental", explica el fundador del movimiento. El tipo de material del que están hechos los filtros sumado a todas las sustancias del tabaco provocan que "sean muy tóxicas, más que el plástico, por ejemplo". Estos datos lo demuestran: una sola colilla es capaz de contaminar hasta 50 litros de agua dulce o 10 litros de agua salada.

"Estos datos son un problema muy grave en la playa y, sobre todo, en el mar, donde suelen acabar las colillas", asegura Garau, que considera que las playas son los "nuevos ceniceros". Es más, el coach ecológico también apunta que "muchas de estos restos llegan al agua por los desagües, lo que es mucho peor por el poder contaminante de los filtros".

Pero esta ´nueva´ problemática no solo perjudica las grandes masas de agua. "Las colillas son las causantes del 50% de los incendios aproximadamente", apunta el impulsor de la plataforma. "Hacen un daño brutal a los bosques y a los animales que los habitan", añade.

Contra todo esto, el movimiento ´No más colillas en el suelo´ intenta luchar por dos caminos. Por una parte, quieren exigir que las leyes se apliquen correctamente. "En Barcelona, por ejemplo, existe una normativa sancionadora para estos casos, que prevé multas de hasta 94 euros por cada colilla que un ciudadano tire al suelo", explica Garau. El fundador de la plataforma asegura que es posible conseguir este objetivo: "En Francia se impulsó una campaña parecida a la nuestra que triunfó y desde entonces los policías ya ponen las multas correspondientes, de 63 euros". Por otra parte, el movimiento ha impulsado la consigna ´Tu cigarrillo, tu responsabilidad´, que pretende conseguir que los fumadores adquieran unos ceniceros de bolsillo herméticos portables.

Por lo que hace a las multas, el impulsor de la plataforma desconoce cuál es el estado de este tipo de leyes a nivel balear. Es por esto que asegura que el problema es que "la gente no está concienciada de la existencia de estas normativas, por lo que si un policía pone multas de este tipo, los fumadores protestarían y las sanciones no llegarían a ningún lado".

´No más colillas en el suelo´ nació hace nueve meses en Barcelona y actualmente ya está presente en muchas de las ciudades más importantes de España y su influencia ha llegado también al resto del mundo. Con seguidores por todo el planeta, Garau explica que ahora mismo la plataforma tiene 23 embajadas, cuatro de las cuales se encuentran en la isla. "El objetivo es seguir creciendo, lo que parece fácil visto lo visto", apunta el fundador. "Creo que en un año esta iniciativa pegará muy fuerte a nivel global", añade.

El siguiente paso para ´No más colillas en el suelo´ es convertirse en un tipo de ONG. "Me estoy dejando unos treinta euros al día, por lo que tal vez si la plataforma puede evolucionar para que yo no pierda dinero, pues mejor", concluye Miquel Garau.