El Govern ha decidido cambiar las tarjetas sanitarias que todos los isleños utilizamos cuando vamos al médico y sustituirá el color azul por las del rojo más afín a la izquierda. Aprovechando la gran cantidad de tarjetas que cada año se renuevan, unas 250.000, ha impulsado un nuevo diseño, incluyendo el nuevo logotipo del Govern y un color rojo muy similar al que también utilizan los socialistas en su imagen corporativa.
El IB-Salut, organismo dependiente de la conselleria de Salut que dirige la consellera socialista Patricia Gómez, saca a concurso la fabricación de 1,1 millones de tarjetas sanitarias para su implantación en los próximos cuatro años. El montante del concurso asciende a 579.783 euros y el Govern exige que el adjudicatario del concurso asuma el diseño elaborado por el propio Ejecutivo autonómico. En este diseño ya se incluye el color rojo en las tarjetas que todos los ciudadanos de las islas llevarán en el bolsillo.
Desde el IB-Salut explicaron que las intenciones no son de cambiar todas las tarjetas de golpe. Se irán sustituyendo poco a poco a medida que vayan caducando las azules o bien se inscriban nuevos pacientes que ya se les asignará la nueva de color rojo. Apuntaron que, dada la gran cantidad de documentos que se emiten cada año, necesitan tener un stock para hacer frente a las necesidades de la población.
225.000 tarjetas en 2017
El contrato que se ha sacado a concurso público y que en estos momentos está en exposición pública irá desde este año hasta el 2020. De esta forma, en el pliego de condiciones de la licitación se apunta que en 2017 se hará entrega de 50.000 tarjetas en un plazo de 20 días naturales después de la adjudicación. Este año también se recibirán dos partidas más de tarjetas para repartir a la población de las islas, cada una de ellas de 225.000 tarjetas . En los años 2018, 2019 y 2020 el IB-Salut realizará dos pedidos anuales de 200.000 tarjetas cada uno de ellos. Si todo va según lo previsto, en el año 2020 el Govern habrá sustituido la práctica totalidad de tarjetas a los residentes de Balears que ya utilizarán la de color rojo. Hay que tener en cuenta que el 1,1 millones de tarjetas que ha encargado el IB-Salut corresponde a la población residente de las islas.
La tarjeta sanitaria se puso en marcha a principios de los años 90 y se concibió con un diseño parecido al actual, pero de color blanco. Entonces las competencias sanitarias eran estatales. Después, a finales de los 90 llegaron las azules gobernando el PP de Jaume Matas.
En 2010 se impulsó la receta electrónica y se sacaron las tarjetas con banda magnética y chip con el historial de cada paciente. Pese al cambio, continuaron con el color azul que decidió el PP. Curiosamente, también coincidía con el color de la imagen corporativa de los populares.
El cambio surge ahora con el color que ha decidido introducir el Ejecutivo de la socialista Francina Armengol, pasando de las azules que se han utilizado durante la última década a las rojas que emplearemos a partir de este año.
Además del 1,1 millones de tarjetas, también se suministrarán al IB-Salut 20.000 documentos de asistencia sanitaria que utilizan los inmigrantes para ser atendidos por la sanidad pública balear. El formato, según explicaron desde el IB-Salut, será prácticamente similar al de las tarjetas de los residentes y también utilizará el color rojo.
De igual modo, el contrato prevé la puesta en circulación de 1.200 tarjetas que funcionen con el sistema Braille para ciegos. Al igual que las dos anteriores, también imperará el rojo.
Ahorro de 3,2 millones
Durante el año 2016, el IB-Salut emitió 255.621 tarjetas a los ciudadanos que se les caducó y a los de nueva inscripción. Entre el año pasado y los siete meses que llevamos de 2017, el número de documentos sanitarios emitidos por el IB-Salut ascienden a 391.370.
A principios de la pasada legislatura, el PP puso una tasa de entre 8 y 10 euros por renovar la tarjeta sanitaria. Cuando llegó al poder el Pacto de Izquierdas eliminó esta tasa y decretó que la emisión de tarjetas sanitarias fuera gratuita para toda la población. Ello significa que entre el año pasado y lo que llevamos de este, los ciudadanos de las islas se han ahorrado 3,2 millones de euros.
