La asociación hotelera de Platja de Palma ofreció ayer ayuda legal gratuita al vecino de s'Arenal al que una empresa de alquiler vacacional ha amenazado con llevar a los tribunales por quejarse del ruido que provocan los turistas que pernoctan en la vivienda contigua a la suya. "Es el colmo. Se juntan diez o doce tíos en un alojamiento vacacional pagando lo que se pagaba en los hoteles de baja categoría. Te quejas del ruido y encima te coaccionan", indicó ayer José Antonio Fernández de Alarcón, vicepresidente de la asociación.

Los hoteleros de la Platja de Palma aseguran estar dispuestos a dar un paso al frente para "erradicar" el turismo de baja calidad que se concentra en focos como el Balneario 6 y la calle del Jamón, principal reclamo de los que buscan fiesta y alcohol en la zona.

Hace unos días los hoteleros mantuvieron una reunión para empezar a trazar una estrategia común en la que quieren implicar a residentes y sindicatos.

"Hemos realizado inversiones muy importantes para cambiar la zona y el tipo de cliente. Ahora hay en la Platja de Palma hoteles de cinco estrellas, algo impensable hace unos años. Pero hay determinados puntos conflictivos en la zona y muchos de estos clientes han decidido no volver. Estamos muy a favor de la estrategia del nuevo alcalde [Antoni Noguera] contra el turismo de borrachera, aunque exageró cuando lo calificó como 'basura'. Sabemos que no será fácil, pero queremos cambiar esto" en un máximo de dos años, subrayó Fernández de Alarcón.

Los hoteleros tratan de concretar su ofensiva con algunas iniciativas. "A las doce de la noche tiene que acabar la música. Son las normas, pero la sensación es que en la Platja de Palma vale todo. Ballermann no, Playa de Palma, sí", sintetizó Fernández de Alarcón. "También queremos potenciar la reserva de admisión. El cliente que se porte mal, a la calle. Nos da igual que en Alemania nos critiquen por eso", añadió.

Los hoteleros de la zona temen que focos conflictivos como el Balneario 6 se extiendan y contaminen a áreas como Ses Fontanelles que, consideran, han subido mucho el nivel.

Y lamentan que, pese a sus esfuerzos por renovar la planta hotelero para seducir a clientes con mayor poder adquisitivo, las empresas de alquiler vacacional están atrayendo a ese tipo de visitantes de baja calidad que denostan. De este modo, la ofensiva de los hoteleros también se dirige contra el arrendamiento turístico, un fenómeno que se ha extendido por toda la isla y que les ha quitado el monopolio de las pernoctaciones.

El vecino afectado por "ruidos insoportables" en la vivienda contigua, destinada al alquiler vacacional y comercializada por Easy Rent, agradeció la predisposición de la asociación hotelera de Platja de Palma. Asimismo, tiene encima de la mesa una posible solución a su caso.

Contrato en vigor

La propietaria de la vivienda reclamó ayer a Easy Rent que cancelara los alquileres en la casa, impactada por la noticia aparecida en este diario. Sin embargo, por ahora la empresa se niega a cesar en su actividad alegando que existe un contrato en vigor durante los próximos dos años.

Easy Rent envió un burofax a este vecino con la amenaza de llevarle a los tribunales después de sus quejas reiteradas por el ruido que llegaba desde la vivienda contigua a la suya, con capacidad para doce personas.

"Su actitud agresiva e irrespetuosa y falta de cualquier tipo de lógica sorprende, incomoda, molesta y violenta tanto a clientes como a empleados generando situaciones de tensión con los mismos absolutamente inecesarias y totalmente rechazables. Esta espiral de tensión y violencia que usted promueve con su actitud podría dar lugar a una situación aún más grave de enfrentamiento personal con las personas que trabajen o residan en la casa, todo lo cual queremos evitar", le advertía el burofax firmado por Juan Luis Tovar, administrador de la polémica vivienda.