El hospital de Son Llàtzer renueva su tecnología más obsoleta y la actividad asistencial crece, reduciendo significativamente sus listas de espera. Esta es al menos la percepción el Govern, que en su versión de la situación del hospital que atiende a la población del Migjorn de la isla llega a obviar una carta remitida hace poco más de un mes por la totalidad del personal que trabaja en su servicio de urgencias (45 facultativos), en la que todos, al unísono, denunciaron que con su actual plantilla no podían garantizar una asistencia segura y de calidad para sus pacientes.

Sin embargo, la presidenta del Govern, Francina Armengol, aseguraba ayer durante su visita al centro hospitalario que el "objetivo primordial" pasa en estos momentos por trabajar en "un acuerdo con los profesionales que mejore sus condiciones laborales y les dé más estabilidad, aplicar un plan de infraestructuras e invertir en tecnología con el fin de posibilitar una atención más eficaz"posibilitar una atención más eficaz", según rezaba el comunicado del Govern.

Doce millones de inversión

La presidenta subrayó que "la inversión que estamos haciendo en Son Llàtzer -el plan de renovación tecnológica diseñado para el centro ya ha invertido 8 de los 12 millones de euros previstos, aseguran- está dando rápidamente sus frutos con una reducción notable de las listas de espera, una mayor eficiencia en la atención a los pacientes y unas condiciones de trabajo más cómodas para los profesionales de este centro, gracias a las cuales el servicio mejora día a día". Para apoyar estas declaraciones, tanto la consellera de Salud, Patricia Gómez, como el Servei de Salut, facilitaron datos de listas de espera del primer semestre del año que no se pueden contrastar en el portal del IB-Salut. En la pestaña bajo la denominación de "transparencia" solo se podían encontrar ayer datos de las demoras asistenciales del hospital de Migjorn hasta el pasado mes de abril.

Así, según los datos facilitados ayer, a finales del primer semestre había casi 5.000 personas menos que hace un año esperando más de dos meses ser visitados por el médico especialista -5.850 en junio de 2016 frente a los 1.109 de este junio- mientras que la demora media en este apartado ha bajado de los 77 días de hace un año a los 31 actuales. En el portal del IB-Salut sin embargo, los datos de abril hablan de 1.760 pacientes esperando más de 60 días.

Y la lista de espera quirúrgica de junio también reduce significativamente el número de pacientes que llevaban esperando más de 6 meses su paso por un quirófano desde los 249 que se encontraban en esa situación en junio de 2016 frente a los 98 de este año (en abril eran 157).

También sobre la situación del servicio de urgencias se pasó de puntillas hablando de los 100.000 euros invertidos en la ampliación de 17 camas de observación pero obviando que el prometido aumento de la plantilla en cinco profesionales para este verano se ha quedado en tan solo dos médicos más, uno de los cuales está sustituyendo una baja, aseguraron fuentes del propio servicio de urgencias.